Luis Vera, el ángel de la guarda de los animales callejeros

Luis Vera, el angel de la guarda de los animales callejeros

No solo los sana, también los rescata y adopta.

Su amor y pasión por los animales viene desde que era un niño. Cuando tenía 4 años, Luis Vera tuvo su primera mascota, obsequio de sus padres: un pollito. A partir de ahí, supo que su vocación sería la de sanar y proteger todo animal que cayera entre sus manos. Con el pasar de los años se convirtió en veterinario, profesión que le ha permitido no solo salvar muchas vidas, sino además rescatarlas, ya que se considera animalista de corazón.

Actualmente, Luis, de 30 años, tiene en su vivienda, ubicada al norte de Guayaquil, 12 perros y 14 gatos, todos rescatados. Cuando le preguntan si alguno está en adopción, responde con un ‘no’ rotundo.

“No los doy en adopción porque los encontré pequeñitos en diferentes sectores, tanto dentro como fuera de Guayaquil, cada uno tiene una larga historia”, relata el veterinario.

Su primer perro rescatado es ‘Chocolate’, un pitbull color café, de 13 años, al que considera su hijo. Luego del can vino el resto de mascotas adoptadas. Para el cuidado de todos ellos cuenta con el apoyo de sus padres, quienes se han acostumbrado a sus rescates. En esta loca aventura de rescatista de animales callejeros, también lo acompaña su enamorada, quien se quedó con 12 gatos y 3 perros.

▶Leer: Perros, aliados contra los trastornos mentales

Luis admite que prácticamente trabaja para sus mascotas. Por ejemplo, todos sus gatos pasan el día con aire acondicionado, lo que mensualmente le resulta un desembolso de 200 dólares solo en luz. La explicación que da es que el aire evita que el calor disperse el mal olor que puedan desprender los varios areneros que tiene.

Al rescate de ‘Butterscotch’

A esa lista de rescatados, se suma una gata con sus 6 crías que el veterinario salvó de que fueran envenenadas en una colonia felina. Ella sí está en adopción al igual que ‘Butterscotch’, una perrita mestiza de aproximadamente un año, que halló vagando por las calles en un dramático estado de desnutrición y deshidratación.

Vera recuerda que, el 29 de octubre, iba rumbo a una consulta veterinaria a domicilio cuando a la altura de la céntrica calle Carchi, bajo un sol infernal, su mirada se topó con una perra, color café y extremadamente delgada que trataba de beber agua de un canalete de aguas turbias.

“Era todo huesos y pellejo, un caso extremo de desnutrición (caquexia)”, indicó el animalista, quien al ver el mal estado del animal se bajó del carro para ayudarlo. Pero la perra asustada huyó y se alejó varias cuadras. Sin darse por vencido, Luis la siguió. Como no tenía correa, se sacó el cinturón que logró colocar alrededor del cuello del can hasta poder atraparlo.

“Se dejó tocar. Cuando le puse la comida, se quedó quieta, parece ser que había sido muy maltratada. Sin exagerar, podría decir que tenía unas dos mil garrapatas en su débil cuerpo”.

La infestación la enfermó de la mortal babesia, (un parásito que ataca los glóbulos rojos), de la cual es tratada actualmente. “Ella es un amor y necesita un hogar definitivo. Se lleva bien con los perros y gatos que tengo aquí. Está recuperada, ha ganado algunas libras. Lloraré el día que la entregue. Tiene que ser un dueño muy especial”, asegura este joven veterinario quien espera que alguien interesado en ‘Butterscotch’ se puede comunicar con el al número 0985655891.

“La persona que la adopte no tendrá que pagar nada por atención veterinaria, ya que yo se la daré gratis por un año”, recalcó Vera quien dice hacerle seguimiento a todos las mascotas que ha dado en adopción y que son muchas.