Ser roquero para Luis Rueda es una carga positiva que está enmarcada en la libertad. Bajo este precepto el guayaquileño presenta un nuevo disco lleno de matices personales que se ha permitido mostrar sin restricción.

Adrede es el nombre de esta producción que viene con un agregado, un alter-ego al que Rueda llama su sombra. Se trata de su pasado, sus miedos y dolores que canción a canción cuenta la historia de sus últimos cinco años.

“Desde el primer día sabía que Adrede sería el nombre del disco. En ese momento estaba casado, haciendo música, televisión. Estaba con esto de la vida monótona un poco. Pero sin querer escribí un tema con este mismo nombre, algo que no suelo hacer. Esta la compuse cuando me separé. Mi exesposa se fue a vivir a Argentina con mi hija, y por eso es como una despedida a esa vida”, explicó.

La sombra

Este personaje creado solo para los escenarios es una representación de lo que Rueda deja atrás bajo la reflexión de que “la vida no le debe nada”. La máscara hecha a su medida fue un regalo de Ricardo Pegnotti, también productor del disco, y con la que tocará en sus próximas presentaciones. Para el artista que mezcla el rock de ritmos contundentes y dos baladas, estas canciones tendrán una larga vida hasta que salga el próximo disco y le recordará en cada show como si fuera una “autobofetada” de su antigua vida.

Detrás de la canción

- Todo rueda: Es la venganza de lo aprendido del proceso de Adrede. Fue la última canción que hice y la que abre el álbum.

- Transparente: Fue una historia de la vida real cuando tenía unos 27 años. Estaba muy enamorado de una amiga y extrañamente no sabía cómo decirle que me gustaba. La única vez que me pasó.

- La mala reputación: Es un tema del año 52 de un compositor francés. Le pedí a una amiga que me la explique, luego me tomé la libertad de agregar estrofas.