Subrogante. Viviana Bonilla reemplazó a José Serrano en la presidencia de la Asamblea esta semana. Trató los temas más anodinos de la agenda.

Sin lugar para lo importante

Alianza PAIS se negó a apoyar la consulta popular de Lenín Moreno. Tampoco quiso llamar a la ministra de Justicia a que explique los casos de tortura en Turi.

Hay temas de los que la bancada oficialista en la Asamblea huye como de la peste. Los de oposición los echan sobre la mesa para ponerlos a prueba. Al inicio de cada sesión del Pleno, proponen cambios incómodos en el orden del día sabiendo que serán rechazados: a que no se atreven a hablar sobre derechos humanos; a que no se atreven a hablar de consulta popular; a que no se atreven a condenar las pruebas atómicas de Corea del Norte... No, no se atreven. Con cualquier pretexto formal o de procedimiento eluden los debates. Y resulta curioso ver cómo algunos de esos temas los dividen. Tan bajo anda el nivel del debate político por aquí que el momento más interesante de la jornada es la aprobación del orden del día.

Derechos humanos: ayer la asambleísta Lourdes Cuesta (CREO) propuso llamar a la ministra de Justicia, Rosana Alvarado, para que rinda explicaciones sobre los casos de tortura en la cárcel de Turi, en Cuenca. Casos documentados, comprobados por médicos y, por si fuera poco, filmados. Picana eléctrica, ahogamientos, golpizas, extorsión a los presos...

Los de PAIS ponen cara de circunstancia, alguno pide la palabra para expresar su preocupación profunda y luego dicen: No. El procedimiento no corresponde. Hay que nombrar una comisión. Propuesta denegada. Algunos se abstienen y, en la oposición, no faltan quienes buscan en esa diferencia el síntoma de una división en el bloque. ¿Correístas y morenistas? ¿Duros y blandos? ¿Ideológicos y pragmáticos?

Relaciones internacionales: Fernando Burbano (CREO) propone debatir un acuerdo parlamentario para rechazar las pruebas nucleares con las que Corea del Norte amenaza la paz mundial. “Un tema muy importante”, reconoce Doris Soliz. Pero tampoco. Mucha ideología, se queja. ¡Ella! “Aprobemos ese debate pero huyamos de sesgos ideológicos”. ¿Acaso Estados Unidos y Francia no hacen también pruebas nucleares ¿Por qué vamos a condenar a un solo país? Nuevamente se vota y nuevamente el oficialismo se divide entre halcones y palomas: los que dicen No y los que se abstienen.

Política interna: Paola Vintimilla (PSC) pone el dedo en la llaga más supurante de la coyuntura. Propone un acuerdo que apoye la intención de Lenín Moreno de convocar a una consulta popular. “En esta votación -lanza el reto- vamos a ver si sus discrepancias con el presidente son más fuertes que su obligación de darle la voz al pueblo ecuatoriano”. Todo un test. Resultado: sí, las discrepancias son más fuertes. Esta vez el bloque completo y sin fisuras (como gustan decir) vota en contra. Con una sola excepción: el indescriptible Jorge Yunda se abstiene.

Una vez archivadas estas y otras propuestas de debate ya puede la Asamblea cantar el himno nacional y dedicarse a tratar los temas importantes y auténticamente decisivos para el futuro de la Patria. La declaración del 11 de septiembre como “Día Nacional de la República”, por ejemplo: un saludo a la bandera de la ínclita Riobamba, donde se aprobó la Constitución de 1830 en esa fecha, y una oportunidad de oro para afinar los artificios retóricos más vacuos en honor de “este camino inacabado de construcción de una identidad plural” que es la República.

A eso se dedica la Asamblea en ausencia de su presidente. Son los temas que José Serrano confía a Viviana Bonilla, que lo reemplaza. Por cierto, la ausencia de Serrano ya causa suspicacias. ¿Dónde está? ¿Por qué no viene? En los pasillos sobran versiones para explicarlo todo. Que está en Miami, dicen, buscando a Pedro Delgado para traerlo como a Capaya. ¿Será? Qué importa. De algo hay que hablar mientras los asambleístas gastan saliva en homenaje a la República.

¡Papel! ¡Favor, pongan papel!

El decreto de austeridad firmado por el presidente Lenín Moreno es uno de aquellos temas que generan adhesiones espontáneas. Al asambleísta Jorge Yunda, además, le sugirió ideas novedosas y originales. Él cree haber descubierto que la Asamblea ha gastado, desde el inicio de la legislatura, 200 mil dólares en papel higiénico (cifra inverosímil). Propone reducir ese gasto. ¿Cómo? Reduciendo el número de legisladores, de 137 a 37. Algunos creen que hay otras formas.