La lucha poética contra el olvido Andrea Crespo

La lucha poetica contra el olvido Andrea Crespo

La voz de Andrea Crespo impresiona. Fuerte y profunda, llena la sala y asombra al público.

La voz de Andrea Crespo impresiona. Fuerte y profunda, llena la sala y asombra al público.

En ella hay teatro, cinematografía, mucho de lo que hay también en su poesía.

La escritora guayaquileña, hoy residente en Quito, publicó su primera obra L.A. Monstruo en 2013, pero sus textos se hicieron conocidos años antes en los círculos literarios del Puerto Principal.

Las letras, dice, son un segundo hogar que aprendió a cultivar en la infancia.

“Siempre, desde que tengo uso de razón, utilicé el lenguaje para algo más que su forma instrumental. De adulta, de forma consciente, traté de que este oficio esté vinculado a la escritura de piezas teatrales; creo que en los dos libros que llevo publicados hay una clara influencia del teatro y del cine en la composición de la estructura del poema. Yo quise (quiero) ir al teatro y al documental, pero siempre termino en el poema”, comentó a EXPRESO.

Reconoce, sin embargo, que este es un género complejo al que le cuesta ganar lectores pese a los intentos que realizan autores y festivales en el Ecuador.

“Es necesario reconocer que la poesía no tiene un carácter de consumo de masas, su cualidad es la del residuo... Con que en un recital estén 30 personas me parece un éxito colosal”.

Su primera obra, publicada con la editorial Cadáver Exquisito, es a su vez una suerte de inventario de estos años de escritura y una que ahonda en el olvido, la desmemoria y el temor a la pérdida de las palabras.

Este libro es uno de tres, que se complementa con dos poemarios aún inéditos titulados ‘Influencia Americana’ y ‘Matinée’.

Sin embargo, desde la construcción de estos textos hasta la actualidad ha habido un cambio que esta admite reconocer a la hora de la relectura.

“Hay un cambio en el uso de las imágenes, en el ritmo de los poemas: guardan una esencia, pero el ritmo interior es más largo, hay una cadencia que se prolonga, derivada del sosiego que supone conversar con las imágenes, incluso con los espacios en blanco que supone un no saber, una debilidad que antes me parecía atroz y hoy la veo como un paraje en el que reconozco mis palabras”, señaló.

Fue en este proceso en el que se escribió ‘Registro de la habitada’, obra con la que Crespo ganó recientemente el Premio Nacional de Literatura Eugenio Espinosa Pólit.

El triunfo, según indica la escritora, la tomó por sorpresa, pues considera que el poemario que envió al certamen es “un libro raro”.

“Es una especie de inventario inmaterial. La arquitectura del libro se llena mediante tres voces que arman una estrategia inmaterial contra el olvido. Cantos, guiones, aforismos, todo lo hacen con el fervor de quien desea guardar para sí... El archivo es ambiguo, se registra con sospecha: registrar para recordar, o tal vez para que nos habite la desmemoria”.

En cuanto a lo que vendrá para ella, dice no saberlo y no preocuparse por cómo o cuándo se publicarán las obras que tiene pendientes.

Afirma, no obstante, que ya trabaja en su próximo proyecto; un poemario intimista y relacionado a un proceso de lucha contra la obesidad en el que lleva dos años.

“Como ya he dicho, en mí funciona el axioma ‘la vida es el poema’...No voy a decir las fechas, ni los procedimientos, pero el libro se gesta, todavía, como un organismo”.