Desde sus números hasta su forma de juego, un fuera de serie total. Cristiano Ronaldo cerró el 2016 como el deportista con mayores logros en el deporte rey. Se consagró con su selección nacional y ganó casi todos los títulos con el Real Madrid.

Un tipo con la figura musculosa de un personaje de acción, pero cuya tarea abarca jugar de una forma sin igual y batir récords de manera descomunal. En su país y en la ‘Casa Blanca’ es lo más parecido a un superhéroe.

La temporada 2016 del luso fue soñada. Primero, otra final ganada en Champions League con el Madrid. Su penal fue el que le dio la undécima corona a los ‘merengues’, en una tanda en la que el Atlético de Madrid volvió a ver a su rival citadino celebrar.

Llegó la pausa en los clubes y arrancaba el desafío Eurocopa. Con 31 años y el peso de la historia sobre sus hombros, ‘Cris’ estaba dispuesto a llevarse la copa de Francia.

Tenía el amargo recuerdo de Portugal 2004, cuando un combinado luso plagado de estrellas y con un Cristiano Ronaldo joven (19 años), veloz y revolucionario no pudo levantar el trofeo en casa. Grecia se lo arrebató por 0-1. Esa tarde el planeta vio llorar a ‘CR7’.

Francia en Saint Dennis era una revancha. Lo sabía y aunque no pudo terminar en la cancha la final por lesión, sus compañeros y él lograron algo inédito para su país. Portugal alzaba la primera Euro de su historia. El capitán: Cristiano Ronaldo. Eso que tanto se exige a los íconos del fútbol, trasladar su jerarquía de ganar títulos de club a la selección, él lo hizo.

Pero la temporada no terminó ahí. En agosto ganó la Supercopa de Europa contra el Sevilla de Jorge Sampaoli, y en diciembre coronó el Mundial de Clubes, donde eliminó al América de México y después ganó la final, sin casi despeinarse, al Kashima Antlers nipón por 4-2.

Fue el año de ‘Super Cristiano’. No solo por los 35 goles que marcó con el Real Madrid en Liga, o los 16 en Champions League. Por todo.

Faltó la corona de La Liga que se llevó el Barça, pero antes de colocársela el Madrid ganó en el Camp Nou. Como es costumbre, con gol del Ronaldo portugués.