‘Una plaga que nos devora’

Sin duda, pensamos que la lucha contra la corrupción e impunidad deberá ser estratégica para el próximo gobierno. Si no se erradica este mal desde sus raíces, incluyendo el tratamiento e investigación de la procedencia de los fondos mal habidos, seguiremos viviendo en un círculo vicioso de pobreza y corrupción.

La corrupción e impunidad nos hunden más en el subdesarrollo y deterioran nuestra frágil democracia, generando un entorno donde los ciudadanos desconfía de las instituciones que deben velar por su bienestar y cuidado. ¡Afortunadamente, para la gran mayoría de los ecuatorianos no es parte de nuestra cultura ser corrupto!

Eco. Mario Vargas Ochoa