
‘La paciencia y la etica te dan oportunidades’
En el oficio del corretaje de bienes raíces quien tiene paciencia, perseverancia, ética y preparación, tiene buenas oportunidades. Lo dice Axel Solís, quien quizás sea uno de los agentes inmobiliarios más jóvenes de Guayaquil y el país.
En el oficio del corretaje de bienes raíces quien tiene paciencia, perseverancia, ética y preparación, tiene buenas oportunidades. Lo dice Axel Solís, quien quizás sea uno de los agentes inmobiliarios más jóvenes de Guayaquil y el país.
De veintiún años de edad y tres de ejercer este oficio, Solís considera que su corta edad nunca ha sido impedimento para aprender y aplicar estrategias para alquilar, comprar y vender inmuebles. Actualizar sus conocimientos constantemente, y aprovechar los recursos que hoy ofrece la tecnología, son también herramientas que le han permitido trabajar “de igual a igual” con corredores con más años de vida y experiencia.
Tan pronto obtuvo el bachillerato, este joven guayaquileño quiso estudiar Medicina, pero una serie de eventos personales se lo impidieron. Fue entonces que su madrastra Isabel Barragán, una experimentada asesora inmobiliaria de la ciudad, le propuso trabajar con ella.
Su buen trato con la gente y un talento innato para los negocios le ayudaron a decidirse. Rápidamente se inscribió en el curso obligatorio que deben tomar los corredores para poder operar legalmente, y una vez que obtuvo la licencia, el camino se le ha ido allanando. “Gracias a la bendición de Dios -comenta- mi experiencia actual en el corretaje ha sido excelente, he tenido la posibilidad de hacer amistades, relacionarme con los clientes y ser recomendado por muchos de ellos, satisfechos y agradecidos de haber recibido un buen servicio”.
Con lo que no contaba este agente de bienes raíces es con la fuerte contracción que aquejaría al sector al poco tiempo de que él se haya involucrado en esta actividad. Sin embargo, el chico luce tranquilo, igual que esos veteranos gurús del corretaje que con pasmosa calma ven cómo se suceden cíclicamente las crisis y los tiempos de bonanza.
Para Solís, el sector comercial y corporativo (oficinas, locales, consultorios, bodegas...) está más afectado que el residencial, razón por la cual en cuanto a alquileres los precios se han tenido que reducir hasta en un 30 %.
“El mercado inmobiliario mejorará de manera lenta, ya que este año 2017 hay un nuevo cambio de gobierno, hay constantes oscilaciones en el precio del barril del petróleo y el año pasado el PIB del sector de la construcción registró valores negativos”, vaticina el joven desde su oficina ubicada en las torres World Trade Center de Guayaquil.
Todos los días, luego de revisar su agenda, Solís sale a buscar clientes. Atrás quedó la época en la que los clientes buscaban a los corredores.