‘Homiegraff’, arte que se puede oler y tocar

‘Homiegraff’, arte que se puede oler y tocar

“El arte debe ser interactivo, debe relacionarse con la gente”, comenta el cuencano Patricio ‘Qué’ Zhinin, cuando uno le pregunta sobre la inusual muestra que inauguró el miércoles en la noche en el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC).

Y es que ‘Homiegraff’ es sin duda una exposición que involucra a la audiencia, pues las obras que en esta se exhiben pueden ser tocadas e incluso olfateadas.

Las obras, elaboradas en lienzo y cartón, retratan a coloridos seres imaginarios que mezclan elementos orgánicos, mecánicos y humanos, y que fueron elaborados con materiales que dan relieve e incentivan el tacto.

Estas se encuentran colgadas sobre stickers en colores neón que cubren la sala y que pueden ser removidos y reorganizados por los asistentes.

“Mis piezas, llamadas ‘homies’, son, normalmente, el tipo de obras que realizo en el espacio público. Esta muestra, que es una especie de instalación, supuso un reto porque había que mostrar algo intervenido, algo que podría ser de la calle, del desorden de la ciudad y que representa al arte urbano al interior de un museo”, estableció Zhinin, quien ha desarrollado proyectos tanto en el país como en Europa, Medio Oriente y el sudeste de Asia.

La curaduría de la exhibición estuvo a cargo del crítico de arte Hernán Pacuruco, que alabó el uso de color en las piezas, así como los intrincados detalles que el artista emplea a través del neopuntillismo.

La respuesta a la apertura de la exposición fue positiva.

Para Daniela Solís, estudiante de 22 años, lo más atractivo fue su aspecto sensorial.

“Me parece genial que uno se pueda divertir con el arte, esa es la idea. El elitismo es lo que aleja a las nuevas generaciones de los museos”.

Con ella concordó Josué Martínez. “Darle cabida a lo urbano es un enorme paso hacia adelante para unir lo popular con lo formal en esta ciudad”.