Las ‘chivas’ volvieron para deleite del turismo
La reaparición de las denominadas ‘Chivas de mi pueblo’. Carros de madera, lata y gran colorido, predominando el amarillo, fueron un medio de transporte en los años 50 y ahora regresan para encantar y enganchar turísticamente al visitante con un peculi
El folclor, la cultura y el turismo han marcado tendencia en la provincia de Manabí, que se niega a dejar sus costumbres tradicionales, más bien cada día toman más fuerza.
La reaparición de las denominadas ‘Chivas de mi pueblo’. Carros de madera, lata y gran colorido, predominando el amarillo, fueron un medio de transporte en los años 50 y ahora regresan para encantar y enganchar turísticamente al visitante con un peculiar recorrido.
“Estos carros abiertos y sin ventanas se utilizaban para pasajeros, en condiciones a veces de exceso de pasajeros. Hoy en día se siguen utilizando, aunque con mayor control, en sitios como Chone, Flavio Alfaro, Pedernales y otros puntos manabitas”, indicó Laurino Zambrano (85), un viejo historiador amante de las denominadas ‘Chivas de mi pueblo’, también conocidas como “rancheras, chicheras o mechas sueltas”.
Estos folclóricos vehículos de carrocerías curiosas y cabinas coloridas de características antiguas han vuelto para copar el área turística en Quito, Guayaquil y Manta, dando un servicio diferente llevando por las zonas históricas a los turistas nacionales y extranjeros que visitan estas grandes ciudades del país.
“Esto es una mezcla de nuestras costumbres y antepasados que intervienen en el turismo actual. Es maravilloso ver a los turistas extranjeros recorrer por un sector histórico en las chivas y con una banda de pueblo en el techo tocando música nacional de antaño. Esto gusta al visitante, que vendamos lo nuestro y recordemos a nuestros antepasados con mucho orgullo”, recordó el catedrático e historiador manabita Enrique Montalván.
Estos peculiares vehículos históricamente aparecieron en Ecuador, Colombia, Venezuela y Panamá, y fueron conocidos como “buses escaleras”, según explicó Montalván.
Actualmente estos curiosos carros se han convertido en espacio de diversión turística que mezclan la historia con un mundo moderno lleno de curiosidades.
Jorge Cedeño, gestor cultural de Montecristi, recordó que las chivas son la derivación de la evolución del transporte rural en Manabí, pues primero llegaron las carretas haladas por caballos, luego aparece el tren y el camión, más tarde se dio paso a este colorido carro dividido en dos para transportar pasajeros y a la vez carga pesada.
“Estos carros eran construidos íntegramente de madera; los asientos, las divisiones y hasta el piso. La mercadería pasó al techo o a la parte de atrás. En Montecristi por los años 50 se declina el uso de este transporte con la aparición de otros medios más modernos con carrocerías metálicas”, enfatizó Cedeño.
El gestor cultural añade que actualmente agencias de viajes han enganchado el transporte de las chivas a sus paquetes turísticos, esto llama mucho la atención de los extranjeros.
“Estos carros casi han desaparecido en Ecuador y para los turistas extranjeros es nuevo ver un transporte de antaño como parte de la cultura de un pueblo y recorrer centros históricos en ellos.
Todo esto se convierte en un paisaje cultural que vende al extranjero las costumbres de antaño; aquí en Montecristi las asocian al tejido y el comercio del sombrero fino de paja toquilla”, recordó. (F)
A un espacio de diversión
Estas naves históricas, como recuerda Jorge Cedeño, son adornadas con globos y la infaltable banda de pueblo en el techo animando a los turistas. Diego Artunduaga, propietario del servicio de estos vehículos, indicó que ahora las chivas están en todo el país. “En Manta, los turistas extranjeros bajan de los cruceros y los llevamos a todos los sitios culturales relevantes y turísticos de la provincia de Manabí. En los últimos años la demanda de visitantes que optan por este recorrido ha aumentado mucho, cuentan con todas las seguridades que las autoridades exigen. Además llevan una pantalla donde se proyecta un video de los lugares históricos de Ecuador y no puede faltar la banda de músicos”, dijo Artunduaga. Cada carro lleva la decoración con la que su propietario le adorne, siempre cuidando el valor histórico para atraer al visitante.