Loor a la tercera edad, etapa noble y fructifera de la vida humana

La ancianidad: etapa maravillosa e interesante del ser humano, pues ha llegado al clímax de su madurez, ha caminado gran trecho de su fructífera existencia y ha recopilado, a diario, sus personales experiencias para luego depositarlas, hábilmente, en el surco abierto de sus hijos, nietos y más elementos que conforman su entorno; entregando, minuto a minuto, lecciones de bondad, tesón, sacrificio y constancia marcando, sin duda, una singular y personal historia que, en sí, constituye un valioso y significativo aporte para la gran historia de la humanidad.

El anciano ha sido considerado a través de los tiempos una pesada carga tanto para los hijos como para el Estado y más aún en la actualidad, cuando casi todos sus derechos, tanto económicos como de salud, le han sido conculcados, privándolo de muchos de los beneficios que, por derecho y justicia, le corresponden.

El camino hacia la ancianidad es un paso forzado, todos caminamos en la misma dirección, aunque algunos se nieguen a reconocerlo. De ahí que resulta imprescindible reflexionar sobre el rol que debemos asumir todos quienes conformamos su entorno, como elementos de amor, comprensión, tolerancia y ternura.

Loor a la tercera edad, etapa noble y fructífera, exclusiva de la más maravillosa obra de la creación: el ser humano.

Fabiola Carrera A.