Las lluvias y derrumbes    asedian a comunidades

Las lluvias y derrumbes asedian a comunidades

En varias provincias se siguen reportando daños como consecuencia de las intensas lluvias y los deslizamientos de tierra. Los impactos se sienten en carreteras y poblados de Los Ríos, Azuay y Napo.Por ejemplo, huecos extensos y profundos se ven

En varias provincias se siguen reportando daños como consecuencia de las intensas lluvias y los deslizamientos de tierra. Los impactos se sienten en carreteras y poblados de Los Ríos, Azuay y Napo.

Por ejemplo, huecos extensos y profundos se ven en los 6 kilómetros de carretera que comunica el cantón riosense Baba con los recintos El Espejo, Samira 1, Samira 2, San Joaquín y La Manuela.

El agricultor José Valarezo contó a EXPRESO que de estos sectores salen toneladas de arroz a los mercados y que, sin embargo, ninguna autoridad se ha preocupado en mejorar las condiciones de la carretera.

Los comuneros aseguran que en la Prefectura de Los Ríos les informan que la vía está intervenida, sin embargo la comunidad no ve ningún avance en la obra.

En Cuenca (Azuay), el 40 % de su población sufrió el pasado domingo la falta de agua potable debido a problemas que ocasionaron varios derrumbes que contaminaron las tomas de agua para la potabilización en la planta de Tixán, la segunda más grande de la ciudad.

Según el gerente de Etapa, Iván Palacios, el problema se presentó en la zona alta del Machángara, en los sectores de Chacayacu y Soroche, donde tres derrumbes contaminaron las tomas de agua.

El desabastecimiento duró hasta ayer, cuando de manera paulatina el servicio fue normalizándose.

En Tena (Napo), doce horas continuas de lluvias caídas el sábado y domingo provocaron que se desbordaran los ríos Pano, Tena, Napo y Misahuallí.

El alcalde de la ciudad, Kléber Rhon, informó que los barrios Tereré, Bellavista Baja, Palangacocha, la comunidad de Ongota y el malecón de Tena son los más afectados. Quienes viven cerca de los afluentes de ríos tuvieron que dejar sus viviendas para evitar ser arrasados por la corriente.