Las lluvias y la carencia de recursos paralizan las obras

Las lluvias y la carencia de recursos paralizan las obras

Un patrullero de la Policía Nacional recorre la vía Durán-Milagro. Por ratos, se detiene a un costado de la T de Yaguachi, cerca de uno de los letreros que anuncian la construcción del distribuidor de tráfico en el lugar. No hay hombres ni máquinas tra

Un patrullero de la Policía Nacional recorre la vía Durán-Milagro. Por ratos, se detiene a un costado de la T de Yaguachi, cerca de uno de los letreros que anuncian la construcción del distribuidor de tráfico en el lugar. No hay hombres ni máquinas trabajando en el proyecto, cercado con planchas de cinc pintadas con pintura reflectiva.

En las noches, dicen los gendarmes, el sector se vuelve peligroso ante la poca iluminación que existe y la falta de visibilidad que ha provocado ya algunos accidentes. Pero esa no es la única obra que, en la provincia del Guayas y en el país, está paralizada.

Hay dos razones que alegan sus constructores, que en unos casos son los municipios y en otros, las prefecturas, las concesionarias o el Ministerio de Transporte y Obras Públicas. La primera razón es que la temporada de lluvias impide las obras; y, la segunda, que hay falta de recursos porque están atrasadas las asignaciones del Gobierno central. Aunque en esta semana se hicieron parte de las transferencias correspondientes al mes de enero, Finanzas aún debe parte de enero, febrero y marzo a los gobiernos autónomos descentralizados.

En Milagro, la queja de la población es por la falta de obras y las calles destruidas, muchas de las cuales se les quitó el asfalto dañado antes de la estación invernal y que continúan así hasta ahora.

El Municipio, a través de su director financiero, Xavier Cadena, dijo a este Diario que la suspensión de los trabajos obedeció a las lluvias, pero que ya se están retomando. Existe, dijo, un plan de ejecución de bacheo para después del invierno que contempla una inversión de 4,7 millones de dólares, de los aproximadamente 15 millones que en el presupuesto de este año están destinados a la inversión.

En Colimes, el alcalde Arturo Zambrano (PAIS) dice que las obras no se pueden ejecutar como quisiera porque faltan recursos porque como es un municipio pequeño dependen mucho de las rentas que le transfiere el Gobierno central.

Ante la crisis, dice Zambrano, han tenido que reducir el personal y ajustar el plan anual de contrataciones que recién comenzará a ser ejecutado después de que termine la temporada invernal.

En Palestina, son pocas las obras que pueden ejecutarse. Su alcalde Luis Palma (PAIS) dice que los recursos son pocos y por lo tanto, las obras también. Por ahora, están concentrados en avanzar con el alcantarillado del Arenal Norte y la regeneración del mercado.

Palma precisa que no todas las obras que se ejecutarán después están definidas, porque están elaborando aún el plan de contrataciones del segundo cuatrimestre del año, de acuerdo al recorte presupuestario que tendrán.

En Santa Lucía, su alcalde Miguel Ángel Solórzano precisa que tiene seis obras inconclusas; unas por la falta de recursos y otras porque el invierno impide su terminación. Menciona algunas: el asfaltado de la avenida Manuel Armadas Payo, las canchas de uso múltiple del recinto Pesado, los galpones del parque automotor, el arreglo del tablero eléctrico en la planta de agua potable; la construcción del sistema de riesgo del recinto Bermejo y la remodelación del coliseo.