
Llego el supermartes, la cita decisiva de las primarias
El aspirante republicano Donald Trump llega más favorito que nunca a la crítica jornada del supermartes, pero en un ambiente de guerra interna generalizada, al tiempo que Hillary Clinton busca consolidar su liderazgo entre los demócratas.
El aspirante republicano Donald Trump llega más favorito que nunca a la crítica jornada del supermartes, pero en un ambiente de guerra interna generalizada, al tiempo que Hillary Clinton busca consolidar su liderazgo entre los demócratas.
Hoy, nada menos que doce estados realizarán primarias de los dos partidos, en una jornada que puede definir un rumbo y sellar la suerte de una candidatura. En total, será escogido el 19 % de los delegados internos por el Partido Demócrata y el 24 % de los delegados republicanos, siendo que en este último caso el porcentaje representa la mitad del número de delegados suficientes para ganar la disputa partidaria.
Un sondeo realizado por CNN y ORC Survey, divulgado ayer, indicó que el multimillonario Donald Trump llega a la jornada crítica del supermartes con nada menos que un 49 % de las intenciones de voto entre los republicanos, porcentaje superior al de todos sus adversarios sumados.
De acuerdo con ese sondeo, el senador Marco Rubio es el más próximo adversario de Trump, con un lejano 16 %. El también senador Ted Cruz exhibe un 15 %, con el neurocirujano Ben Carson en 10 % y el gobernador de Ohio John Kasich en 6 %.
Los encuestadores indicaron que el sondeo tiene un margen de error de cinco puntos porcentuales, de forma que el liderazgo de Trump está más allá de cualquier cuestionamiento.
Este escenario hace prever que la disputa interna entre los republicanos, que ya se había tornado áspera y repleta de ataques personales, podrá convertirse en el corto plazo en una guerra interna en el partido.
En el último debate entre los republicanos, Trump, Rubio y Cruz se trabaron en interminables pugilatos verbales, y la recta final al supermartes apenas tornó esa tendencia más abierta y franca.
En un acto público, Rubio comparó a Trump con el estafador Bernie Madoff y aseguró a sus seguidores que “le vamos a arrancar la máscara”.
Rubio criticó a Trump por el escándalo que estalló el fin de semana, cuando el multimillonario se negó a rechazar el apoyo que le expresara el grupo racista Ku Klux Klan. “No podemos ser el partido que nomina candidato a alguien que se niega a condenar supremacistas blancos”, dijo. Presionado para condenar al KKK y a los movimientos que apoyan a los extremistas, Trump explicó que antes debería “informarse” sobre esos grupos.
Además, volvió a verse envuelto en una áspera polémica por reproducir una frase del líder fascista Benito Mussolini. En un acto público el domingo, Trump ridiculizó a Rubio por la forma en que transpiraba en el último debate, y afirmó que “no podemos tener este tipo de gente negociando con los chinos o con el líder ruso Putin”.
Entre los demócratas, la situación parece menos turbulenta, en especial después de la aplastante victoria de Clinton sobre el senador Bernie Sanders en la interna partidaria en Carolina del Sur. La exsecretaria de Estado había iniciado la campaña como una favorita intocable, pero los dos primeros capítulos de la disputa interna (en Iowa y Nuevo Hampshire) dejaron claro que esa ventaja podría esfumarse de un minuto a otro. Una fuerte campaña de críticas a Sanders en las últimas dos semanas pareció devolver a Clinton el liderazgo.