Curso. Los estudiantes interactuaron con sus profesores, quienes les explicaron cómo se trabajará durante las 18 semanas y cómo se calificará las tareas y asistencia.

Aun llegan jovenes a carreras que no eran las que querian

Esta es una situación común desde el Gobierno anterior y que el actual criticó y ofreció corregir. La Universidad de Guayaquil inició el curso de nivelación.

María Alejandra Villalta siempre estuvo interesada en estudiar Medicina, Obstetricia o Enfermería. Cuando postuló en el sistema de educación superior público también seleccionó, sin mucho interés, Psicología y Pedagogía, ya que se puede escoger cinco carreras en orden de prioridad. No obstante, fue en esta última que obtuvo un cupo.

Ella terminó el bachillerato hace dos años y durante ese tiempo rindió cuatro veces la prueba Ser Bachiller para mejorar su nota y postular por la carrera deseada; pero no tuvo suerte. Ahora que obtuvo una plaza, la aceptó con resignación, ya que no quería pasar un año más sin ir a la universidad.

Miles de jóvenes como ella, que iniciaron ayer el curso de nivelación en la Universidad de Guayaquil, tienen algo en común: aceptaron el cupo, aunque ese no haya sido su primera opción.

Este es un problema que se repite cada semestre en todas las universidades del país, a pesar de que los directivos de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) aseguraron, hace tres años, que adoptarían mecanismos para que todos los chicos estudien las carreras que ellos desean. La institución no tiene cifra de cuántos jóvenes son los que atraviesan este inconveniente.

Una decisión similar a la de María Alejandra tomó Roberto Campoverde. Él soñaba con estudiar Arquitectura, pero el cupo que obtuvo fue para Ingeniería en Software, su quinta opción en la postulación. “Esta carrera también es buena y la prefiero a quedarme nuevamente sin estudiar”, indica con resignación.

Julio León, docente universitario, asegura que quienes ingresan a carreras que no eran su prioridad no tienen buen rendimiento académico. “A veces, esta es la causa de la deserción o que los estudiantes no aprueben la nivelación”, menciona preocupado.

Y lo corrobora Manuel Avilés, quien el año pasado obtuvo una plaza para estudiar Gastronomía, cuando su ideal era Jurisprudencia. Después de reprobar la nivelación se dedicó a trabajar y ahora costea sus estudios en la especialidad que quería en una universidad privada a la que no todos pueden acceder por falta de recursos.

Ayer, un total de 7.796 jóvenes iniciaron el curso de nivelación correspondiente al segundo semestre del período académico 2019-2020. Lo hicieron en 48 carreras distribuidas en 17 facultades.

El curso, que culminará en marzo del próximo año, está a cargo de 192 docentes y se lo imparte en 211 paralelos de diferentes unidades académicas.

La nivelación se aprueba con 14 sobre 20 puntos y con el 80 % de asistencia. Los chicos deben completar 16 semanas de formación. Quienes logren el objetivo podrán matricularse al primer año de la carrera.

Así como habían rostros resignados por seguir una carrera que no estaba entre sus primeras opciones, también habían rostros alegres por haber conseguido sus metas.

En las aulas de Medicina estaba Andrea Buenaño, de 21 años, oriunda de Riobamba, quien luego de varios intentos logró un cupo para seguir la carrera de su sueño. “Cuatro veces rendí el Ser Bachiller y más de 10 veces postulé. Finalmente conseguí un cupo en la Universidad de Guayaquil y por ello me he trasladado a esta ciudad. Estoy viviendo en una residencia universitaria”, dijo emocionada.

En la nivelación, todos los alumnos, independientemente de la carrera, reciben tres asignaturas: Matemática, Comunicación y Lenguaje, donde se ha determinado que hay mayor desnivel en la secundaria.

Aparte tienen una materia de conocimiento relacionada a la carrera. Por ejemplo, los de Ingeniería Química también reciben Química; los de Ingeniería Civil, Física, etc.

Los contenidos de las materias son aquellos que vieron en el colegio. Los nuevos serán enseñados cuando ingresen al primer año de la carrera.

El presidente de la Comisión Interventora para el Fortalecimiento Institucional (CIFI) y rector de la Universidad de Guayaquil, Roberto Passailaigue, inauguró el curso de nivelación, en el auditorio de la Facultad de Arquitectura. Allí asistieron decanos de varias facultades y los aspirantes a ser parte de esta institución.