Llega para trascender y dejar un legado

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Pablo Repetto, el nuevo entrenador de Liga, transmite como pocos, posee credibilidad para potenciar al grupo, llega fácil al jugador. Por respeto hace mejores a sus dirigidos, por afecto es paternalista y por admiración es un estratega ganador, que da soluciones en momentos críticos. Una de sus virtudes es anular el fútbol del rival, cortando su media cancha. Juega con las mentes adversarias. Influye, crea identidad y dinámica propia. Durante el partido no corrige nada que no haya trabajado. Porque bajo presión solo sale lo entrenado. No se enoja continuamente, perdería de vista al rival que le hace daño. Sin autocontrol no hay entrenador. No pide a su equipo que se concentre, le indica en qué debe fijarse para conseguirlo. No hay evolución colectiva sin evolución individual. La esencia del juego está en encontrar el funcionamiento apoyándose en el equilibrio. Paradigma Repetto: La recuperación de la pelota tiene que ver con la reducción de los espacios. Desde el fondo a través del posicionamiento y de los pases se van rompiendo las líneas oponentes para conseguir ventajas en el campo rival. Es capaz de leer en el entorno y cambiar el estado emocional del cuadro. Desde la idea, desde la táctica, Repetto es un conocedor del juego. Si hay conocimiento hay confianza en el jugador. Sin conocimiento ni jugadores franquicia, no hay entrenador. La motivación sola no hace a un equipo jugar mejor. Aquello se logra a través de un método de trabajo diario. El jugador irrespeta al DT cuando descubre que no convence, ni influye en el grupo. El futbolista espera soluciones de su líder. Munúa se fue temblando, la situación lo superó. Pablo Repetto tiene el arte de convencer, es pragmático, puede sacar lo mejor de sus jugadores y lo peor de los adversarios.