Llega el final de la era Chiriboga en la Fiscalia
Quedan diez meses. En junio de 2017 termina el nombramiento de Galo Chiriboga como fiscal general del Estado y no hay opción de reelección. Sectores de oposición califican negativamente el trabajo del funcionario y se alegran ante la imposibilidad de
Quedan diez meses. En junio de 2017 termina el nombramiento de Galo Chiriboga como fiscal general del Estado y no hay opción de reelección. Sectores de oposición califican negativamente el trabajo del funcionario y se alegran ante la imposibilidad de un nuevo periodo.
El vicepresidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, Edwin Jarrín Jarrín, explicó a EXPRESO que el artículo 196 de la Constitución prohíbe la reelección de un fiscal. Es un cargo que se desempeñará “durante seis años y nada más”, sentenció.
Jarrín resaltó que esa es la única razón por la que el actual funcionario no regresará a su despacho después de junio. Esto pese a que asambleístas de oposición detectan otras razones para cuestionar la permanencia de Chiriboga en el cargo público.
El Reglamento para la designación del titular de la Fiscalía, que elaboró el Consejo de Participación, está lleno, dicen, de razones para inhabilitar al fiscal. En la lista está, por ejemplo, que no puede tener “inversiones, fondos, acciones, participaciones, compañías domiciliadas en paraísos fiscales o sus cónyuges, que no hayan sido reportadas a las autoridades competentes en el Ecuador”.
El nombre de Galo Chiriboga apareció en el caso de los Papeles de Panamá, pero fue justificado por él mismo. El exministro de Minas y Petróleos negó tener dinero en paraísos fiscales. La explicación fue aceptada y por eso esa causal no provocó su salida.
Ese razonamiento, sin embargo, no convenció a la oposición. Los consultados por este medio, creen que solo con el cambio de autoridad se podrá transparentar lo sucedido.
“La labor de este fiscal ha sido muy polémica. A futuro se demandará una fiscalización integral de su gestión. Ahí saldrán muchas cosas que al momento no se conocen, detalles de casos importantes sobre corrupción, o como el de los papeles de Panamá”, aseguró el asambleísta socialcristiano, Moisés Tagle.
Gilmar Gutiérrez, director nacional y asambleísta de Sociedad Patriótica, va más allá. A sus ojos, el fiscal se convirtió en juez y parte, y no permitió que se haga una investigación a fondo en más de una ocasión.
“Es positivo que no haya la reelección. Quien llegue a la Fiscalía deberá destapar la olla de todo lo ocurrido, no solo con los papeles de Panamá, sino con actos de corrupción que se han dado durante el Gobierno de la revolución ciudadana”, dijo el legislador de Pachakutik, César Umaginga.
Para los parlamentarios, además, el fiscal no mostró independencia y “estuvo sujeto a la imposición del Gobierno”.