Un grupo de 75 personas de San Mateo se ha unido para elaborar comida para los damnificados. Ellos están pidiendo que les donen harina, huevos, azúcar, sal, mantequilla para hacer pan; y leche, avena, canela, clavo de olor, maracuyá, para hacer la colada.

Llamada para impulsar donaciones particulares

Universitarios, oficinistas o deportistas están organizados por horarios para ser voluntarios en el parque Bicentenario. Entre los productos que más se necesitan están el aceite y la sal. Además, marcadores y papel adhesivo para marcar el contenido que

Que no desmaye la ayuda. Ese es el pedido que hacen los voluntarios que se han puesto como misión apoyar a los damnificados del terremoto del 16 de abril, que afectó especialmente a Manabí y Esmeraldas.

El centro de acopio del Municipio de Quito, ubicado en el Parque Bicentenario, lucía ayer semivacío a las 09:00. Con el transcurso de los minutos fue tomando vida. Aunque no al ritmo de la primera semana, luego del sismo.

“Era algo increíble. La gente no paraba de llegar, eran colas enormes de personas que querían ayudar de todas las formas posibles. Jamás vi algo parecido”, contó ayer a EXPRESO Andrea Arteaga, quien es voluntaria desde el inicio.

Sin embargo, ayer le preocupaba que, a tres semanas del terremoto, haya mermado la cantidad de voluntarios, especialmente de personas que pongan a disposición el transporte para llevar los kits.

Hasta este centro de acopio no dejó de llegar este jueves agua y víveres. Tania Sánchez, comunicadora del Patronato Municipal San José, hizo un llamado para que las personas que tengan camiones y camionetas se unan al traslado de las donaciones.

“A todo el convoy le damos seguridad. Van acompañados de policía nacional y metropolitana. Procuramos que todas las donaciones y las personas que nos ayudan estén siempre seguras”, contó a EXPRESO.

En Guayaquil, las donaciones también han comenzado a disminuir. Atrás quedó la efervescencia por ayudar a los damnificados del terremoto de los primeros días y es cada vez menos lo que llega a los cinco centros de acopio del Ministerio de Inclusión Económico y Social (MIES). A través de las redes sociales y de las radios, se pide que continúe el apoyo para los damnificados. Ahora, lo que se necesita son alimentos.

En el Centro de Convenciones de Guayaquil, el Municipio local también continúa recibiendo donativos. El pedido es el mismo: que no disminuya la ayuda para los hermanos afectados por el terremoto.