
Una limpieza libre de riesgos
Hay sustancias ácidas para eliminar suciedades con las que debe tener cuidado para no dañar su piel o sus ojos.
¿Antes de utilizar un producto para limpiar su hogar, lee las etiquetas?, ¿al menos se coloca los guantes? Es importante que comience a hacerlo. Hay algunas sustancias desinfectantes y otras que son usadas para quitar la suciedad y los hongos que pueden causar tan solo una resequedad temporal en las manos, pero otras, las más fuertes, llegan a provocar irritaciones en la piel, quemaduras o incluso molestias en los ojos y en otras partes del cuerpo.
Revisar bien la información del producto antes de adquirirlo puede ahorrarle malos ratos y daños a su salud, pues no todas son tan inofensivas como podría creer y si se detiene a leer las advertencias, lo sabrá.
Vea la aplicación.
1.Lea la etiqueta. Allí se incluye información básica para su aplicación, como las precauciones de empleo, las restricciones y las condiciones especiales para su almacenamiento. Algunos de estos destacan en letras grandes o en color las palabras ‘Posible carcinógeno’, es decir que algunos estudios han detectado que esta sustancia está vinculada con el riesgo de desarrollar cáncer.
No los mezcle.
2.Existen suciedades que se niegan a desaparecer. Entonces se nos ocurre que si mezclamos dos productos de limpieza, podríamos obtener el resultado esperado, pero ese es un gran error. Juntarlos puede generar vapores tóxicos que afectan a la piel, a los ojos, a las vías respiratorias e incluso pueden causar problemas estomacales, vómito y dolores de cabeza. Evite mezclar cloro con limpiadores de inodoros o con lavavajillas. O limpiadores de baño con alcohol. Tampoco junte dos o varios limpiadores de drenaje.
Revise el producto.
3.Fíjese en el envase. No compre el producto si parece haber sido abierto, si tiene algún golpe, está rasgado u oxidado, pues hay un mayor riesgo de toxicidad. Evite adquirirlos a vendedores ambulantes, pues no tiene la certeza de qué sustancias le están vendiendo ni tampoco en qué porcentajes (por ejemplo, un ácido de limpieza para el inodoro en su estado más puro puede provocar quemaduras graves).
Para su utilización.
4.Durante la utilización de los productos, abra las ventanas para que haya ventilación. Use guantes de goma para proteger las manos y cubrebocas o mascarilla para el sistema respiratorio. Una investigación publicada el año pasado por un grupo de científicos de la Universidad de Bergen (Noruega) asegura que inhalar de manera continua y directa los químicos de los productos de higiene doméstica puede generar tanto daño como fumar.
Cómo aplicarlos.
5.Los productos para la limpieza tienen aplicaciones específicas, por ejemplo, cuando se trata de desincrustar suciedades, algunos deben retirarse a los cinco minutos con un papel absorbente o con un trapo seco, en cambio otros se deben dejar actuar durante treinta minutos y usar cepillos de cerdas duras para eliminar la mugre. Siempre, por tratarse de productos fuertes, hay que usar protección.
Los efectos.
6.El uso excesivo e inadecuado de estos productos químicos contribuye a la contaminación ambiental, lo que a la larga genera daños a la salud, no solo de la persona que los utiliza de manera errónea, sino también de su entorno.
Si usa en espray
7.Hay quienes prefieren utilizar los productos en espray, pero en estos casos hay que tener cuidado con no aplicarlos cuando hay personas cerca, especialmente niños, pues existen quienes tienen más sensibilidad y podrían presentar afectaciones en los ojos, en la piel y en las vías respiratorias.
Los especialistas consultados por EXPRESO dan algunas recomendaciones sobre las precauciones a tomar.