Libertad, pero menos

El Consejo de Canadienses invitó al eurodiputado francés José Bové a dar una conferencia sobre el tratado comercial CETA, gemelo del TTIP para la UE, pero al llegar este al aeropuerto de Montreal fue detenido y reenviado a Francia. Con razón dicho Consejo se preguntó si “el caso en favor del CETA es tan débil que no puede resistir la libertad de expresión”. Me recuerda lo que le ocurrió al exministro Borrell, que publicó poco antes del referéndum en Cataluña un libro sobre las consecuencias económicas de una secesión, pero cuya entrevista no salió en TV3 “por motivos técnicos”. Nuestras democracias permiten la libertad de expresión, pero cada vez más reducida a sus mandatarios.

F. Gomis Mas (desde Barcelona)