El letargo politico de Quito

Un vacío de liderazgo. La frase se repite en foros de debate, en los que se considera que la voz de la política y de los políticos de Quito ha perdido espacio y peso en las decisiones nacionales.

Un vacío de liderazgo. La frase se repite en foros de debate, en los que se considera que la voz de la política y de los políticos de Quito ha perdido espacio y peso en las decisiones nacionales.

Lo dijo Fabricio Villamar, del movimiento Ahora (en proceso de calificación), a inicios de esta semana y lo repitió César Montúfar, dirigente máximo de Concertación, el viernes pasado, cuando oficializó el ingreso a La Unidad.

¿En qué basan esta afirmación? Villamar, exconcejal de Quito, recuerda que el último presidente quiteño, elegido democráticamente, fue hace 28 años. Se refiere a Sixto Durán- Ballén que, aunque nació en Boston, hizo su carrera política en la capital.

“No se trata de una premisa regionalista, pero si nos fijamos: el Ejecutivo, el Legislativo, el Consejo Nacional Electoral, por citar algunos, no tienen al frente gente de Quito, pese a ser la capital política del país”, dijo a EXPRESO.

Las explicaciones para este ‘alejamiento’ de los capitalinos de la política partidista tradicional parecen ser diversas, aunque todas apuntan al desgaste y desprestigio del quehacer político.

Consultado por este Diario, el exvicepresidente Blasco Peñaherrera Padilla dijo que una de las causas podría relacionarse con la disminución en la calidad de los políticos y su militancia partidista. “Diría que es un fenómeno nacional, pero se agudiza en Quito porque hay una intensa actividad política diaria, que hace más visible a las figuras, con todas sus deficiencias. Pocos quieren verse involucrados en eso”, reflexionó el quiteño que fue binomio de León Febres- Cordero.

El analista político y catedrático Jorge León coincide en que, desde hace varios años, hay ese vacío en la capital y se habría agudizado en los últimos años por dos razones.

“El Gobierno ofreció un gran proyecto nacional, pero terminó concentrando el poder en personas muy cercanas al mandatario. Lo otro es que las fuerzas contestatarias de Quito, que tenían eco en todo el país, perdieron peso al convertirse, de una u otra forma, en instrumentos de apoyo del presidente Rafael Correa”, explicó.

El jueves pasado recuperó personería jurídica la Izquierda Democrática (ID). Para muchos, el partido político más representativo de la Sierra y, en especial, de la capital. Sus nuevos dirigentes quieren retomar la fuerza que tuvo en los años 80 y 90.

Alejado de la vida política activa desde hace 15 años, Rodrigo Borja, dijo a EXPRESO que prefiere no referirse a casos particulares. Está dedicado a la elaboración de su Enciclopedia Política, que lleva más de 10 mil páginas.

Sin embargo, cree que el fenómeno de debilitación de mandatarios es global. “Crear liderazgos fuertes requiere un trabajo especial. Cuando fundamos ID empezamos desde abajo, teniendo contacto con los sectores más pobres y ahí nos consolidamos. Para tener los primeros núcleos del partido, tuve que ausentarme todos los fines de semana, por 12 años, de mi hogar”, contó.