E l escenario era escalofriante. Tanto, que ni los paramédicos pudieron contener las lágrimas de la escena que encontraron en una vivienda de la cooperativa Mélida de Toral de Las Malvinas (sur de Guayaquil).

Y es que la realidad que se vivió, desde las siete de la mañana de ayer, traspasó lo impensable con la familia de Alberto Jalón Aspiazu, un hombre de 38 años que -hasta entonces- se había mostrado amoroso y fiel devoto de la palabra de Dios.

Pero fue un aparente conato de incendio lo que permitió a los vecinos y luego a las unidades del ECU911, descubrir lo que realmente había ocurrido entre las cuatro paredes de la sala donde Evelyn, de 30 años, y sus cuatro hijos vivieron sus últimos momentos de vida, en silencio.

La desesperación de ver una cortina de humo salir de la casa, llevó a un grupo de moradores a tumbar la puerta, hasta que llegaran los bomberos y el Grupo de Intervención y Rescate.

Al ingresar, la escena caló en sus huesos. Evelyn y sus cuatro hijos (dos niñas de 4 y 13 años y dos niños de 3 y 10 años) estaban cubiertos de sangre.

El más pequeño yacía boca arriba sobre un colchón tendido en el piso. Los otros tres permanecían boca abajo en el suelo, a centímetros de distancia. Junto a ellos, también la madre. Todos, con cuchilladas en el pecho y en la espalda.

Los paramédicos intentaron socorrerlos, pero ya habían fallecido. El dolor se extendió por el barrio. ¿Y el padre?, todos comenzaron a buscarlo. Lo hallaron en el baño, con un corte de cuchillo en el cuello. El hombre fue llevado de urgencia al hospital del IESS con custodia policial.

El coronel Víctor Araus, director nacional de la Dinased, mencionó que el conviviente sería el posible causante de las muertes. Para alterar la escena, habría intentado incendiar la casa que alquilaban desde hace dos años.

“Él abrió el paso del (tanque de) gas y puso un trapo con fuego encima con la intención de realizar una explosión... luego habría intentado quitarse la vida. La motivación sería sentimental”, precisó el oficial.

Hasta el lugar llegaron amigos y familiares de las víctimas. La madre de Alberto y una prima de Evelyn no pudieron soportar la escena. Ambas se desmayaron. Una hermana del sospechoso comentó que él tenía problemas mentales y que el lunes él y su esposa la acompañaron al médico por un accidente que tuvo.

A pocos pasos, los vecinos no salían del asombro. Algunos recordaron que la pareja era evangélica y que jamás habían escuchado ni presenciado algún inconveniente entre ellos.

“Nos sorprende completamente porque él los llevaba a la escuela como un padre normal. Ellos asistían a una iglesia, al lado de la casa de ellos había un templo evangélico”, comentó Julia Mendoza.

Otra vecina que pidió no ser identificada reveló que, hace poco tiempo, Alberto se quedó sin trabajo y el sábado intentó suicidarse. Se quiso ahorcar.

El fiscal Víctor González arribó al sitio para realizar el levantamiento de los cadáveres.

“El suceso fue a las 05:30. Ya se dispuso la detención del ciudadano y si tenía o no problemas mentales deberá comprobarse en la investigación”, señaló.

Tras las investigaciones preliminares detalló que el primero en ser acuchillado sería el niño que quedó en la cama. Los otros tres y la señora presentaban varias heridas en la espalda, como señal de que intentaron escapar.

Datos

- Evidencias

Dos cuchillos habría utilizado el sujeto para agredir a sus hijos y esposa. Las armas blancas fueron halladas en medio de los cadáveres. Criminalística también encontró condones y juguetes sexuales en la segunda planta de la vivienda. La Fiscalía investiga si tendrían relación con la motivación del crimen.

- Dos delitos

Cuarenta años podría recibir Alberto Jalón si se comprueba su culpabilidad. El fiscal Víctor González mencionó que la audiencia de formulación de cargos se realizaría dentro de la flagrancia (24 horas) y que Jalón podría ser procesado por el delito de asesinato con agravantes y por femicidio.