Todos somos el Leon Becerra

Ciento doce años de servir a la comunidad guayaquileña y ecuatoriana, no es cualquier cosa.

1.034 pacientes intervenidos, 1.279 cirugías gratuitas; 1.034 familias a las que se les devolvió la dignidad, permitiéndoles reinsertarse a la sociedad; haciendo realidad la cacareada frase del “buen vivir”. Esa es la carta de presentación del hospital León Becerra de Guayaquil.

Lo descrito es la ratificación diaria del espíritu de servicio y sacrificio de quienes conforman la Benemérita Sociedad Protectora de la Infancia, organización privada, sin fines de lucro, que regenta el hospital, institución en la que el directorio y los 270 trabajadores arriman el hombro día a día para sacarla avante, entregando lo mejor de sí a la comunidad.

Hoy, el León Becerra de Guayaquil corre el riesgo de cerrar sus puertas por la falta de pago de los más de siete millones de dólares, que le adeudan los gobiernos de Correa y Moreno; suma acumulada desde el año 2014, ante el incumplimiento del pago de ochenta mil dólares mensuales ordenados por ley del Congreso Nacional.

El gobierno de Rafael Correa puso al hospital León Becerra de Guayaquil en terapia intensiva; el de Lenín Moreno y el Legislativo, tienen el reto de no convertirse en los sepultureros de esta institución emblemática de Guayaquil, el primero, ordenando el pago inmediato, y el segundo, exigiendo a los Ministerios de Finanzas y Salud el cumplimiento de la obligación legal.

La solución a la crítica situación económica del hospital y las familias de sus 270 trabajadores, impagos por 3 meses, está en manos del presidente Moreno, quien mediante decreto ejecutivo puede ordenar al Banco Central del Ecuador la emisión de bonos para pagar obligaciones pendientes.

Ricardo Koenig, presidente de la Benemérita Sociedad Protectora de la Infancia, conocedor de los problemas de liquidez que tiene el Gobierno actual, planteó dicha solución.

La lucha en favor del León Becerra de Guayaquil es de todos los guayaquileños, quienes levantamos la voz para decirle al Gobierno que cumpla, porque todos somos el León Becerra de Guayaquil.