La institución cultural abrió el pasado viernes las puertas a la exposición fotográfica donde asistieron cerca de 200 personas.

Una lente fotografica capta la cotidianidad de la cantora de arrullos Rosita Willa

Un museo expone una colección de imágenes sobre la vida de la cantante.

Tomar fotografías que reflejan la cotidianidad de Rosita Willa Valencia y su agrupación La Voz del Niño Dios fue una idea nacida de Andrés Páez Dávalos. Las 32 fotografías fueron tomadas en varios espacios de su residencia al norte de la provincia de Esmeraldas de Ecuador.

El camarógrafo ofreció las tomas al Museo y Centro Cultural de Esmeraldas, como homenaje a la cantora de más de 200 arrullos, quien junto Papá Roncón, son íconos de la cultura afroesmeraldeña.

La institución cultural abrió el pasado viernes las puertas a la exposición fotográfica donde asistieron cerca de 200 personas. Ernesto Estupiñan, exalcalde de la provincia, fue el encargado de entregar el reconocimiento del museo a la Cantora de Arrullos y Chigualos.

Las gráficas muestran facetas de la cantante como ama de casa, directora de su agrupación, cantante, como mujer y madre. Sus cánticos son como un ritual a la vida, a los santos y a los muertos. Son canciones tradicionales en el norte de la provincia de Esmeraldas. Ha alcanzado una trayectoria de 45 años como cantautora.

La exposición tiene el mismo nombre que la agrupación, ‘La Voz del Niño Dios’. El grupo está compuesto por 8 integrantes, entre ellos, su hermana Heroita Willa, quienes han acompañado a la cantora durante su extensa trayectoria artística.

Han visitado alrededor de 20 países. Los visitantes al museo podrán apreciar facetas de la vida de la cantante, que se exhiben desde la semana pasada hasta el 30 de enero del 2020 en la casa cultural. El grupo musical está integrado por ocho adultos mayores 6 mujeres (cantoras y dos hombres quienes tocan los instrumentos.

Los ensayos de la agrupación se realizan en la casa de Willa. Cada que tienen presentaciones se reúnen, son adultos mayores que se saben las canciones tradicionales de toda su vida, sus canciones fueron creadas de la convivencia, de las costumbres y tradiciones en el campo esmeraldeño. La residencia está ubicada en Punta de Piedra, un pequeño poblado, en el cantón Eloy Alfaro, junto al río Cayapas.

Los instrumentos musicales y las canciones tradicionales del pueblo afro son considerados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Entre ellos la marimba, el cununo, el guasá y las maracas.