Lecciones

Hay dos aspectos que quisiera destacar del referéndum realizado en Bolivia el domingo pasado. El primero de ellos es la decisión inicial de someter a consulta popular la posibilidad de implementar en el marco jurídico de ese país la reelección indefinida. El segundo es la manifestación de respetar el resultado obtenido en las urnas, que concluyó con la decisión firme del pueblo boliviano de no aprobar la posibilidad de que un presidente se perpetúe en el poder.

Estos dos hechos significativos para cualquier democracia, parten de la clara comprensión de que los cambios que afectan a la vida de un Estado a lo largo del tiempo no pueden ser observados con la mirada individual de un líder de turno, ni de un grupo de legisladores, ya que esto representaría su particular visión de una compleja decisión, en el mejor de los casos, o la obediente directriz del partido al que se pertenecen. Parecería que el pueblo de Bolivia entendió el mensaje.

La tradición de alternabilidad como un principio democrático ha sido una preocupación en Latinoamérica que no siempre ha sido observada por los gobernantes que han detentado el poder, existiendo algunos ejemplos a lo largo de la región, que ponen en riesgo, a mi criterio, incluso la institucionalidad de un Estado.

Más allá de las afirmaciones acerca de que el Gobierno de Morales ha logrado adoptar medidas que han contribuido al progreso de su país, al margen de los recientes escándalos de presunta corrupción, lo que se determinará en su momento por quienes corresponda hacerlo; incluso después de los rumores acerca de que realizó la consulta confiando en los resultados conseguidos en elecciones anteriores, lo cierto es que los bolivianos tuvieron la oportunidad de pronunciarse y decidir.

Una vez que se proclamen oficialmente los resultados, le tocará al pueblo observar que se respete la decisión adoptada por ellos en las urnas y al Estado garantizar en forma efectiva el resultado de esta consulta. Finalmente, con todos los bemoles que se pudieron presentar, el pueblo decidió su destino.

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