“El virus de la delincuencia”

Estamos viviendo un mundo de violencia a diario, como si fuese una peste que se ha extendido en todo el territorio. Este virus “delincuencial” trae consigo una secuela de violencia, saña, alevosía, dolor y angustia a muchas familias y amigos. Las autoridades deberían poner coto a esta pandemia criminal. No olvidemos las palabras bíblicas: “A quien hierro mata, a hierro muere”. Los ciudadanos decentes solo tenemos el arma poderosa de la fe, y el chaleco que nos protege que es la oración. Vitupero este acto cobarde y criminal que aconteció con un colega, esperando que las autoridades hagan su labor investigativa, y den con el paradero de este cobarde pelafustán.

Javier Valarezo Serrano