En la foto, algunos de los trabajos que realizan desde el lunes en la tarde los empleados de la Comisión de Tránsito del Ecuador, a la altura del kilómetro 13,5 de la vía a la costa.

“Via a la costa ya es una avenida y asi debe tratarse”

Los más de 60 mil pobladores que habitan en la zona demandan atención. Expertos creen que es necesario urbanizar el tramo. Tránsito coloca semáforos.

Dos días después de que EXPRESO publicara un especial que recogió los múltiples males de la vía a la costa, la Comisión de Tránsito del Ecuador anunció soluciones paliativas para uno de los más grandes problemas que aquejan a la zona, la viabilidad.

Desde la tarde del martes pasado, personal de la entidad colocó a la altura del km 13,5 ocho semáforos (cuatro peatonales y cuatro vehiculares) con su respectivo controlador y una veintena de letreros verticales, además de señalización horizontal.

La medida, anunciada por el director de la Comisión, Luis Valenzuela, responde al llamado ciudadano socializado en este medio y “tiene la finalidad de proteger la vida de los peatones”, precisó el funcionario.

Sin embargo, a las más de 60.000 familias que viven en el área de las urbanizaciones no les basta con eso. Carlos Pástenes, secretario de la Federación de Urbanizaciones de la Vía a la Costa, propone convertir en una avenida a la autopista que conecta a Guayaquil con la Península.

“Se la debería convertir desde la Perimetral hasta el primer peaje. Así se disminuirían algunos problemas. Por ejemplo, se evitaría que los vehículos circulen a altas velocidades. Que el Ministerio de Transporte y Obras Públicas acate esto es un tema urgente”, argumenta.

El arquitecto y planificador urbano Felipe Huerta, en cambio, cree que no es el Ministerio sino el Municipio el que debería hacerse cargo de la vía a la costa, ordenarla, ajustar su velocidad de circulación, los semáforos, las cámaras de velocidad, para así dar seguridad a los residentes.

“Miles de empleados domésticos y trabajadores de las muchas empresas del sector cruzan a diario por esa vía y arriesgan su vida. Es momento ya de convertirla en una vía urbana, en donde no se pueda rodar más arriba de los 70 kilómetros por hora. La vía a la costa ya es una avenida y así debe ser tratada, al menos hasta el peaje”, sugiere el experto.

Esto además facilitaría que exista la exigencia de regulación horaria, para que el transporte pesado de carga y la maquinaria pesada tengan un horario diferente al de los vehículos livianos y escolares. “Es imposible pensar en lo que ocurre hoy, que camiones circulen en horario de ciudad”, observa.

Convertir a la vía en una avenida implica transformaciones sin precedentes, que para expertos como Carlos Jiménez, planificador y magíster en Movilidad, no son del todo factibles. “Es difícil, sobre todo por el tema de costos y las expropiaciones. Hay abogados dispuestos a defender lo indefendible. Dudo que un alcalde vaya a tomar el reto”, opina.

Sin embargo, admite que esta transformación tendría sentido hasta el peaje, siempre y cuando no se sigan aprobando nuevas urbanizaciones. Más allá del peaje, lo importante es establecer un límite de crecimiento urbano. Si mañana se decide construir más allá del límite, la avenida ya quedaría obsoleta, precisa.

“Lo importante es que lo que se proyecta a nivel de usos de suelos vaya de la mano con las proyecciones viales”, aconseja el planificador.

Gonzalo Flores, vicepresidente de la Federación de Urbanizaciones de la Vía a la Costa, cree que es importante que haya un avance en este tema, por cuanto implica seguridad vial para quienes transitan a diario por allí.

“El Municipio cobra impuestos prediales y da disposiciones y ordenanzas, dicta reglas para negocios con respecto a este sector, pero no quieren hacerse cargo de nosotros del todo. No somos ni de aquí ni de allá”, reclama.

En la vía a la costa hay cuatro colegios, dos universidades, siete centros comerciales, pero la competencia es mixta. Es el Ministerio de Transporte y Obras Públicas el que maneja el orden vial. EXPRESO solicitó información sobre el tema a la entidad. Será enviada el día de hoy.

Reacción

“Es muy fácil pedir que asuma la competencia”, Jaime Nebot, alcalde de Guayaquil

El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, también se hace presente en el llamado de los habitantes de la vía a la costa, ante el pedido que hicieron a través de este Diario el lunes pasado de que el Municipio asuma la competencia de la zona.

Los moradores critican el hecho de que, por ejemplo, en Samborondón se haya invertido para un puente. Nebot responde: “Yo no he tomado la competencia de Samborondón. Ese es un programa conjunto. Puse la plata de Guayaquil, y Samborondón puso la suya. Es muy fácil pedir que asuma la competencia. La ignorancia de la ley no excusa a persona alguna y la Constitución dice: ‘no hay competencia sin plata, ni plata sin competencia’. Que el gobierno me dé la plata y asumo cualquier competencia”, precisó.

La vía está inscrita en una zona urbana, pertenece al perímetro urbano y la competencia recae directamente en el Municipio, defendía en esa edición el planificador y exasesor municipal Felipe Huerta, que recordó que mantener esta vía sería muy caro.