
“Queremos desenmascarar al correismo”
La fórmula es la misma. Los sindicatos y trabajadores que se oponen a las políticas gubernamentales vuelven a las calles. Pero el Gobierno parece no inmutarse ante el reclamo y no da marcha atrás en sus decisiones.
La fórmula es la misma. Los sindicatos y trabajadores que se oponen a las políticas gubernamentales vuelven a las calles. Pero el Gobierno parece no inmutarse ante el reclamo y no da marcha atrás en sus decisiones.
¿Esta vez qué les motiva a marchar?
Poner en evidencia el descontento de los trabajadores, de los médicos, de los abogados, de las amas de casa. Todos sufrimos el alto costo de la vida, la corrupción pero, también, la falta de libertades. Ahora mismo quieren desaparecer a la Unión Nacional de Educadores (UNE).
El Gobierno la eliminará, con o sin marcha. ¿No es una estrategia poco efectiva?
Queremos desenmascarar y desgastar al correísmo. La movilización sí ha servido, porque si la lucha social no se tomaba las calles, es muy probable que la situación del país hubiese sido aún peor que la actual.
¿El ciudadano común se siente identificado con esta forma de protestar o solo es cosa de sindicalistas?
La respuesta la tendrán el jueves. Mucha gente nos ha confirmado su participación y son personas que no tienen nada que ver con organizaciones gremiales. Son médicos, estudiantes, padres de familia que van a comprar las listas de útiles, el uniforme de sus hijos y no les alcanza. La desesperación que tienen los ecuatorianos por la precaria situación es generalizada.
Además de movilizarse, ¿hay denuncias, acciones ante las instancias competentes?
Solo el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) ha presentado tres demandas a leyes que afectan a los trabajadores. Fueron admitidas a trámite en la Corte Constitucional, pero ahora duermen el sueño de los justos. A diferencia de lo que pasa con el pedido de ‘las pamelas’ (el colectivo Rafael Contigo Siempre) que llegaron y les aprobaron. Entonces tenemos una justicia secuestrada. ¿Qué le queda al pueblo? Luchar en las calles.
A seis meses de las elecciones, ¿no resulta un acto electoral esta marcha?
Van a decir muchas cosas. Dirán que la queremos usar como plataforma política para posicionar a los dirigentes. Lo que hay que recordar es que estas acciones no son de ahora. La lucha contra la corrupción la empezamos hace más de tres años. Es verdad que estamos impulsando el Acuerdo Nacional por el Cambio, pero ese es otro espacio de debate.
Si hay corrupción, ¿por qué no la denuncian?
Lo hemos hecho. Se creó la Comisión Nacional Anticorrupción que investiga a profundidad casos y denuncia con documentos. Pero resulta que los denunciantes terminan siendo perseguidos. Mientras la justicia esté maniatada, solo nos queda la protesta.