El presidente de la Corporación Nacional de Arroceros (Corpnoarroz) cree que se debe pensar en una estrategia que permita repotenciar el sector agrícola con tecnología, semillas y nuevas prácticas.

“El empleo es tan precario, por eso la gente emigra”

La gente del agro aparece vigorosa en las estadísticas de empleo y desempleo. ¿Qué hay detrás de esos datos? Heitel Lozano los analiza.

¿Qué efecto tiene el empleo inadecuado en el sector rural?

Tiene un fuerte impacto en la economía familiar. Es un empleo que no es fijo. Es eventual. El pequeño productor sabe que no tiene un trabajo y un sueldo constantes.

Las estadísticas tal vez reflejan el empleo de la gente en sus propias parcelas.

Claro.

Entonces no se paga un sueldo, por lo tanto, sus ganancias reales son realmente más bajas de lo que él cree.

Se ha comprobado que si un agricultor tiene menos de dos hectáreas y el promedio de la familia es de cuatro personas no está ganando nada. Normalmente una hectárea da entre 500 y 600 dólares de rentabilidad, si son dos hectáreas esos ingresos se duplican, pero tienen que comer con eso (en el caso del arroz) cuatro meses. Estarían ganando 300 dólares el cabeza de familia, al mes, para mantener para los cuatro meses.

Eso está provocando que cada vez haya menos mano de obra joven, ¿cómo se ha ido envejeciendo el agro?

No hay un incentivo. Un joven que llegue a tener un bachillerato, un nivel medio, no se estimula con 300 dólares mensuales; se va a hacer cualquier trabajo en otro sitio donde le paguen el sueldo básico, prestaciones y utilidades. Por eso es que no quieren quedarse en el campo. Además, cada vez las parcelas se van dividiendo. Se siguen subdividiendo los terrenos. Con una hectárea y media no puede vivir él, su esposa y dos hijos. Por eso toman la decisión de buscar las ciudades, ya sea de guardias, de policías, de vigilantes. El campo se está quedando sin mano de obra.

¿Qué hacer?.

Planteamos que se hagan carreras cortas y técnicas, por ejemplo, para que la gente pueda operar un tractor; los bachilleres que se han quemado las pestañas no aspiran a quedarse deshierbando o sembrando.