Los mandatarios y políticos del mundo deben tener un pasado y presente intachable para desempeñar sus funciones con absoluta transparencia y credibilidad especialmente en los poderes Ejecutivo y Legislativo, dado que no puede seguir ejerciendo el cargo ninguna autoridad de un país elegida o no por el soberano (pueblo) acusada de haber cometido presuntas irregularidades si la justicia llegara a confirmar y determinar con las suficientes pruebas del caso la existencia de los delitos denunciados.

De continuar en el puesto un gobernante que haya sido declarado culpable en un juicio penal o político entablado por corrupción, tráfico de influencias o malos procedimientos administrativos se ganaría el rechazo de la gente que protestaría de manera enérgica y haría movilizaciones hasta lograr que renuncie porque su presencia representaría un pésimo ejemplo de buenas prácticas gubernamentales para la sociedad en general. En resumen, para ser jefe de Estado, asambleísta, alcalde, prefecto, gobernador o concejal se requiere que los candidatos o aspirantes no tengan lo que llaman “rabo de paja” para evitar que alguna persona con o sin razón (porque también hay chantajistas de ocasión que nunca faltan) pretendan amargarles la vida con serias inculpaciones. Por ello es importante que todos los seres humanos siempre actuemos apegados a la ética y moral para estar en paz principalmente con nuestras conciencias.

Lic. Jhonny Muñoz Lima