“Portar armas de fuego no garantiza que la delincuencia sea erradicada”

En cada país donde los ciudadanos tienen autorización para portar armas la delincuencia no ha disminuido sino que más bien se han incrementado los homicidios y asesinatos pues, como es lógico, el delincuente ante la duda de que la víctima esté armada no se arriesga a darle oportunidad.

Desde hace meses apreciamos con frecuencia cómo en los EE. UU. un “resentido, loco o discriminado”, con autorización para portar armas, abre fuego en contra de personas inocentes bajo cualquier justificación o reivindicación.

La delincuencia en Ecuador no es ajena a la de cualquier país de América, pues las principales ciudades tienen zonas marginales que crecieron al amparo de promesas demagógicas y políticas.

Como su diario reporta y sus reporteros han podido apreciar, existen zonas en Guayaquil en completo abandono que ante la falta de servicios básicos más el estado de abandono, se vuelven presas fáciles de la delincuencia que lo único que hacen es aprovechar la pésima planificación urbana

Es muy fácil reformar leyes penales e incrementar penas pero ¿Se disminuirá la delincuencia? Por supuesto que no, cuando son, entre otros motivos, el diseño de las ciudades las que pueden o no influir en el desarrollo del delito.

Roberto Calderón