Es un reconocido pintor local. Estudió en la Escuela de Bellas Artes, donde años después fue docente. Ha ganado numerosos certámenes nacionales, entre ellos el Salón de Julio y el Salón de Octubre, y ha mostrado sus piezas en varios países, entre ellos Es

“Pintare hasta el dia en que ya no pueda sostener el pincel”

Aunque dice que sus 81 años ya le pesan, Félix Arauz aún sigue pintando. El maestro nos recibe en el Teatro Centro de Arte, escenario de su nueva exhibición.

Esta muestra está dedicada a los ‘pequeños formatos’. ¿A qué se debe esto?

Yo empecé mi trabajo de artista en lienzos pequeños, por allá en 1957. Es un tipo de obra que me gusta realizar, pero que requiere bastante trabajo y dedicación a los detalles.

¿Las piezas de esta exposición pertenecen entonces a distintas épocas de su vida?

No. El estilo sí, pero todas las obras para esta muestra son de 2016. Trabajé en ellas durante varios meses. El Teatro Centro de Arte ya me ha acogido en el pasado y quería volver a exponer nuevamente en este lugar tan acogedor.

Hablemos de las piezas. ¿Mantiene aquí la temática que ha usado en los últimos años?

Bueno, gran parte de lo que muestro es lo que la gente ya relaciona con mi obras, las flores y las niñas. Pero estoy también incursionando en los abstractos. Es un estilo al que le he cogido el gusto.

¿Cómo difiere este estilo para usted de sus composiciones habituales? ¿Es más sencillo?

No, y eso es lo que me gusta. Las personas piensan que los abstractos son fáciles de hacer, pero no lo son. Hay que darles forma, necesitan composición, además de mucho color.

¿Cómo ha visto el crecimiento del arte en la ciudad?

Yo veo que hay más acogida, más espacio para el arte. Nosotros, los pintores de mi generación, ya somos pocos. Pero lo que se hace hoy en la ciudad es bueno, los jóvenes tienen ideas interesantes, novedosas y tienen más apoyo del que teníamos nosotros.

¿Qué se viene para usted en el año que se aproxima?

No lo sé aún. Quiero continuar los abstractos. Lo importante, creo es seguir pintando. Yo, aunque ya estoy mayor, aún trabajo en mi taller, trato de pintar todos los días. Pintaré hasta el día en que ya no pueda sostener el pincel.