Fecha nac.: 19/03/98. Funciones: Arquero de la selección ecuatoriana sub-20.

“No es un peso llevar este apellido”

Tiene apellido de futbolista. Su padre es campeón de América y presidente de Barcelona, un hermano es jugador de Liga de Quito y el más pequeño va para las menores del Barcelona.

Tiene apellido de futbolista. Su padre es campeón de América y presidente de Barcelona, un hermano es jugador de Liga de Quito y el más pequeño va para las menores del Barcelona.

José Gabriel Cevallos es el arquero de la selección sub-20 de Ecuador y del equipo albo. De pequeño le gustaba ser arquero, pero había un gran detalle, era el gordito de la familia.

¿Por qué no rompió la tradición de ser arquero, como su hermano que juega de volante?

Vamos por partes. Al principio mi hermano también era arquero, después fue volante. Quise seguir los pasos de mi papá, con mi ñaño éramos los arqueros y entrenábamos con mi padre. A los 12 años el Junior colgó los guantes. Siempre me gustó ser golero, los buzos de mi papá los usaba como pijama para dormir. Recuerdo que una vez llegó con uno del mexicano ‘Memo’ Ochoa y me hice dueño, era mi manera de dormir

¿Hasta cuándo fue gordito?

Venía ya jugando y eso de ser gordito como que no era. A los 13 años sentí que mi vida debía cambiar y gracias a los entrenamientos lo logré, creo que ahora estoy demasiado flaco. Fue duro, pero valió la pena. Me mentalicé que debía de cambiar mi aspecto físico para ser futbolista.

¿Qué cualidad tiene en el arco José Gabriel Cevallos que no tuvo su papá?

Creo que soy creado a su semejanza, pero me gusta salir un poco más (del arco). Él me comentaba que le costaba salir.

¿Y qué le falta de él?

Su sabiduría. Era bien profesional a la hora de jugar, pero eso lo voy a ir consiguiendo día a día. Tengo que seguir preparándome.

¿Pesa llevar el apellido Cevallos?

No, para nada. He tenido la suerte de tener a mi padre siempre. Me siento orgulloso de ser parte de esta gran familia.

Teniendo al profesor en casa, ¿en qué momento le daba los cursos intensivos?

Donde vivíamos había una cancha y en la tarde nos íbamos a entrenar. Me hacía llorar porque no estaba acostumbrado a la altura, me exigía bastante. Me sacaba la madre en el entrenamiento, había días que no me salían las cosas y me ponía a llorar, pero eso me ha servido de mucho. Estoy agradecido de él y de mi tío Álex que me ayudaron en los inicios, me exigieron mucho y valió la pena.

Teniendo un papá presidente de Barcelona, un hermano futbolista en Liga de Quito, ¿hay algún momento que no se hable de fútbol en la casa?

Es algo difícil, la casa está llena de fútbol, todos trabajamos en esto. Hasta Matías, que es el más pequeño, ya va al estadio y se sabe las canciones de las barras. Sabemos distraernos yendo al cine o saliendo a comer. Mi madre dice que paremos de hablar de fútbol, pero en realidad es el comienzo para seguir hablando.

¿Qué arquero que no sea su papá o su tío Álex admira?

Al italiano (Gianluigi) Buffon. Tiene seguridad y lo sigo siempre.