“El pensamiento de un politico equilibrado debe ser coherente”

He visto, no sin cierto sentimiento de pena, cómo una persona que supuestamente ha seguido una carrera universitaria y que ha ocupado altos cargos políticos, puede incitar a realizar actividades reñidas con la ley y atentar contra el orden público.

Una actitud de este tipo es una clara demostración de que su cerebro no tiene más espacio que para el dogma y el fanatismo. Esto evidencia con claridad la falta de coherencia y de análisis.

Ayer, mientras estaban en el gobierno el grupo que apoyaba el gobierno del expresidente Correa, entre ellos el señor Patiño, apresaba a quienes solamente pensaban diferente, no se diga a quienes públicamente incitaban a rebelarse contra ese gobierno, calificaban de terroristas, de delincuentes a quienes osaban manifestar ideas distintas. Entonces era un delito esta actividad. Hoy entonces, el señor Patiño ¿es un delincuente? ¿un guerrillero?

El pensamiento de un político equilibrado debe ser coherente y debe propender a la justicia. Quien pretende que la verdad y la justicia están solamente con una línea de pensamiento está totalmente equivocado. No es digno de participar en una democracia. No es un político, es un fanático, enceguecido y obsesionado con una sola idea, fija.

En el Ecuador y en cualquier país, que se precie de tal, no debería haber espacio político para este tipo de personas.

Ing. José M. Jalil Haas