En esta sociedad es peligroso decir la verdad, por lo que se necesita revertirse de una gran dignidad y valentía para denunciar la corrupción y a los corruptos en este sistema social en que ciertos falsos paradigmas prevalecen como supuestas verdades y ejemplos a seguir. Se antepone el interés y el lucro personal al servicio a la colectividad y ciertos funcionarios que desempeñan cargos directivos en no pocas ocasiones administran los recursos del pueblo a su antojo.

El infame e ilegal cobro de las coimas establecida en los contratos, representa el mayor exponente de la corrupción pública en este país, que se cobran a ciertos proveedores de bienes o beneficiarios de prestación de servicios, que son los preferidos por el directivo o autoridad de turno en razón al monto de los contratos, es decir entre mayor sea este, mayor será el monto de la coima, siendo muy difícil su comprobación legal porque tanto el coimador como el coimado en la mayoría de la veces no dejan huellas ni rastros del delito perpetrado.

El Ecuador es uno de los países más corruptos del mundo, en no pocos casos quien llega a un cargo, va con el malévolo ánimo de sacar el mayor provecho posible en su ejercicio, comienza mal utilizando los carros del Estado, los viajes pagados y termina cobrando la coima del diez por ciento o más, establecida como un cáncer en los contratos. Para estos avezados delincuentes que nos roban a todos, no debe haber nunca perdón ni olvido.

Dr. Manuel Yépez Andrade