“Yo no negocio con indios”

Días atrás, en una declaración que circuló por las redes sociales, el prefecto de la provincia del Chimborazo habría afirmado: “Yo no negocio con indios”. No solo llaman la atención las connotaciones de esa afirmación, sino, sobre todo, porque la provincia del Chimborazo tiene una altísima población indígena (indígena= que refiere al habitante originario del lugar).

La segregación humana a partir de la clasificación racial, con sustento de la incipiente ciencia de la época, tiene su origen en el proceso de conquista de América, cuando se subdividió a la población en tres grandes grupos: los blancos, los negros y los indios, y tuvo como fin el justificar la supuesta legitimidad y superioridad de la dominación europea sobre las diferencias fenotípicas de los conquistados.

De esta clasificación surgió un curioso sistema de castas con 16 combinaciones básicas entre estos tres grupos, en los que sobresalía el criollo, hijo de blanco con blanca, aunque nacido en territorio de ultramar; el mestizo, de blanco con india; el mulato, de blanco con negra, etc., hasta llegar al No te entiendo, hijo del Tente en el aire (de calpamulato y zambuja) y mulata, y al Tornatrás, de No te entiendo e india. Este sistema determinaba la ubicación social y para quiénes estaba vetado el acceso a la propiedad y al poder político.

En el último censo de población y vivienda, al contestar a la pregunta sobre autoidentificación étnica, el 38 % de la población de la provincia del Chimborazo se identificó como indígena, el 58 % mestizo y apenas el 2,2 % como blanco.

La manera peyorativa de dirigirse a este grupo humano (el más representativo de esa provincia) no solo tiene connotaciones racistas, sino que parte de un supuesto que ya la ciencia lo ha dejado claro desde hace algún tiempo: las razas humanas no existen, son nada más que una construcción social. Si como el prefecto habría afirmado que no negocia con indios (se supone que se refiere a los indígenas) habría que preguntarle con quién negociará y, sobre todo, desde qué comprensión de “fenotipo racial” lo hará (incluyendo el propio).