Velas y oraciones suelen acompañar al homenaje.

“Natitas”, las calaveras de la buena suerte

Esta tradición Boliviana rinde culto a cráneos de personas a las que se les atribuye capacidades protectoras y de buena fortuna.

Como todos los ocho de noviembre, después del día de todos los santos, miles de bolivianos de las ciudades de La Paz y El Alto acuden a los cementerios para rendir homenaje a los cráneos de personas a los que se les atribuyen capacidades protectoras. Estas calaveras reciben el nombre de “Ñatitas” debido a que carecen de nariz. Sus sueños, que en algunos casos coleccionan numerosas de estas piezas, conviven con ellas durante todo el año con la convicción de que les proporcionarán una buena fortuna.

Las “Ñatitas” reciben agasajos y ofrendas donde se les proporciona alcohol, cigarrillos u hojas de coca. Este año, teniendo en cuenta la crisis política y social a la que se enfrenta el país sudamericano, muchos bolivianos visitaron los cementerios con la petición de “paz para el país”.

Se trata de una festividad colorida, donde muchos dueños de éstos cráneos lucen a las “Ñatitas” con llamativas indumentarias y el acompañamiento de altares que compiten en originalidad. Una fiesta visual que intenta romper con el imaginario habitual de los rituales mortuorios.