“Mi única forma de ayudar a Manabí era con cine”, dice Javier Andrade

“Mi unica forma de ayudar a Manabi era con cine”, dice Javier Andrade

Mañana llega a salas nacionales el documental del manabita. La taquilla será donada a los afectados del terremoto.

Luego de una catástrofe como el terremoto del 16 de abril de 2016, la incertidumbre es uno de los primeros sentimientos que afloran en la ciudadanía. Las ganas de ayudar, el estar con la familia y el dolor por las pérdidas son otros factores que se retratan en este documental que grabó el cineasta Javier Andrade en su ciudad natal Portoviejo, Manabí.

Casi sin presupuesto, con una sola cámara y micrófono en mano, Andrade se dispuso a filmar desde el día siguiente del lamentable suceso. Este proyecto audiovisual tenía un solo fin, contó el cineasta: ayudar a su provincia. “Al principio fui por ver a mi familia, pero lo que me quedó claro después de tres días ahí era que toda la ciudad se iba a demorar un montón en levantarse y que con el tiempo el volumen de ayuda iba a decaer. Ahora somos parte de la segunda ola de ayuda”, explicó.

La exhibición de la cinta ya está pautada para mañana en las cadenas de cines más grandes del país con estrenos en Quito, Guayaquil, Portoviejo y Manta, y el porcentaje de taquilla correspondiente a la productora será destinado a dos fundaciones Kahre y Coaque.

Una visión familiar

El cine documental intenta siempre reflejar una mirada propia de los hechos, y en este caso el director y, sin quererlo, protagonista, muestra desde su intimidad familiar cómo un acontecimiento como un terremoto cambia el ritmo de vida en una familia. Aunque los Andrade prefieran darle un giro. “Ese año mi sobrina mayor cumplía tres años, dos semanas después del terremoto, y era importante celebrarlo. Ella no se merecía recordar a gente triste”. El largometraje que nació como una idea personal poco a poco se volvió un proyecto colaborativo entre cineastas amigos.

Cine desde la zona cero

- El nombre del documental recuerda el tiempo de duración del movimiento telúrico de 52 segundos.

- Javier Andrade utilizó una cámara Canon 6D y un micrófono tipo boom. Al estilo de grabación denominado One man crew.

- El proceso de edición duró entre 8 y 9 meses. Trabajaron en la posproducción menos de 10 personas.

- Más de 40 horas de vídeo se grabaron para empezar la película.

- Se espera que luego del estreno nacional el documental pueda visitar festivales internacionales.