Huellas. El padre del menor infectado con VIH dentro de un plantel del norte de Guayaquil, durante su testimonio.

“Mi hijo aun tiene pesadillas”

El niño contagiado con VIH, tras ser violado en el baño de su escuela, vivió en el plantel con su familia. Su padre, que fue el guardián de la entidad, habla del caso luego de tres años de silencio.

Todavía recuerda el día en que su hijo cayó con esa fiebre intensa de la neumonía que lo postró tres meses en el hospital. Puede aún escuchar a los médicos: “Su hijo es VIH positivo”. La oración se repite como un eco incesante, tan incesante como las veces en que ese hombre de cerca de 60 años, el chofer del Instituto Superior Rita Lecumberri de la Juan Montalvo, aparece en forma de pesadilla en la mente de su pequeño, pese a que han pasado tres años de la violación.

Fue difícil. Luego de los exámenes que confirmaron como víctima a su hijo, de apenas ocho años y 25 libras en ese entonces, el niño no quiso hablar. “Lo había amenazado. Le había dicho que nos iba a matar a todos si nos contaba algo”.

Con esa misma claridad recuerda la confesión de su pequeño. “Fue don Ángel, papi, el chofer del expreso. Un día estaba sentado afuera y fui al baño a orinar. Cuando salí, allí estaba él, esperándome”, cita al menor y llora. La escena se repitió “al menos” por cinco ocasiones.

Describe a Ángel Ch. como “un hombre mayor”. Sabía de él lo que todos: que era el hombre que conducía el expreso de la escuela que cuidaba, de 19:00 a 07:00 desde 2011, año en que la rectora le ofreció ese trabajo. “No hablábamos nunca pese a ser compañeros. No era cercano”.

No lo era. El violador se acercaba al niño cuando él y su esposa salían, el padre a su segundo empleo y ella a su trabajo, en una casa, de medio tiempo, adonde le permitían llevar a su hija menor, que entonces era una bebé.

Cuando descubrió la verdad, ya no vivían en el Rita Lecumberri, el plantel (en el que también funcionaba la escuela Amarilis Fuentes en la tarde) había sido desalojado meses antes, “porque allí se iba a construir una escuela del milenio”, asegura. Cree que fue por eso que “ninguna autoridad del plantel quiso hablar” cuando puso la denuncia. “Todos callaron, nos dieron la espalda”.

También piensa que la justicia se la dio. El caso llegó a la Fiscalía del Guayas en 2014, y recién tres años después se llevó a cabo el llamamiento a juicio. El agresor, sin embargo, sigue libre. Cree incluso que trabaja allí de guardián (aunque esto último no se ha podido confirmar). ¿La razón? Se acogió a medidas cautelares, que incluyen no acercarse al niño.

El menor ha declarado ese tiempo al menos diez veces. “Ir a la Fiscalía es revivir el terror. Se le quita el apetito, vuelve a dejar de jugar... Me ha dicho muchas veces que ya quiere que deje allí el caso”.

Luego de la violación desarrolló “pubertad precoz”. Tiene 11, pero parece de 15. Aunque el virus detonó en otras afecciones, como anemia, lleva una vida normal. Le gusta el fútbol y tiene buenas calificaciones. Su vida, por ahora, no corre peligro, “su carga viral es baja”.

El instituto

“Hace tiempo que nadie responde por el espacio”

Los moradores de Colinas de la Alborada, sector aledaño al instituto Rita Lecumberri, en el norte de Guayaquil, ya no recuerdan con exactitud cuál fue la última vez que vieron a alumnos salir de esa institución.

De hecho, desde el año pasado están más pendientes que nunca, pues una parte del terreno que colinda con un área de Colinas de la Alborada está a punto de derrumbarse.

“Hemos intentado ir a reclamarle a alguien, pero el instituto está vacío. Hace tiempo que nadie responde por el espacio”, menciona Laura Menéndez, una moradora.

Ella y sus vecinos recuerdan que el instituto dejó de funcionar porque iba a construirse ahí una Escuela del Milenio, pero la obra se paralizó hace meses.

En un informe emitido por el Ceaaces, se menciona que el instituto no fue acreditado durante la evaluación institucional realizada en 2014.

El caso

El martes hay una audiencia

Este fin de mes se realizará una audiencia. La defensa del menor pide a los padres que asistan a dar testimonio.

Del agresor se conoce que tiene VIH desde 2008, advierte Abdalá Bucaram Pulley, quien desde esta semana asumió la defensa del caso junto con el abogado Pedro Granja y la Federación de Abogados del Ecuador.

Bucaram aseguró que el defensor de Ángel Ch. era, hasta hace poco, Eduardo Franco Loor. Este último se negó a hablar ayer sobre ese tema, “por ética”.

En los últimos tres años, asegura Bucaram, se conoció de al menos mil casos de abusos en el Ministerio de Educación.

Detalles

Postura

CREO exige la derogatoria

En un comunicado, el Movimiento CREO exigió la derogatoria de losartículos 30 y 31 del Código de Ética del Ministerio de Educación. Ese pedido se adjuntó también en las propuestas del pasado Plantón por la Inocencia, realizado hace ocho días.

Plantón

Machala está en pie de guerra

El próximo lunes 30 de octubre, a las 09:00, se realizará un plantón frente a la Fiscalía de Machala para que los casos de acoso, abuso y violación de esa provincia no queden en impunidad y para apoyar a las víctimas del resto de ciudades del país.