“El honor y la dignidad no tienen precio, solo depende de nosotros”

¿Qué estamos haciendo como sociedad para evitar que el país no se hunda en un mar de corrupción e hipocresía? Se vive un espectáculo de bochorno mientras un grupo de “padres y madres de la patria” se burlan de la inteligencia de los ecuatorianos esperando que aparezcan las pruebas camufladas bajo mil argumentos de mentiras que justifiquen lo mal habido por el político glotón y que llena de vergüenza a la patria.

Les cuesta asumir que el barco se está hundiendo, que la verdad brillará más temprano que tarde y que pondrá a cada quien en su sitio. “Lo que no se aprende por discernimiento se aprende por sufrimiento” (Jung). El planeta vive momentos de un cambio radical y el Ecuador no es la excepción. Es preciso entonces hacer un profundo cambio de paradigmas para adaptarnos a una nueva realidad sin palanqueos, amigazos, propinas ni comisiones. La corrupción debe ser extirpada de raíz con el peso de la ley para sus infractores, sin temor ni favor.

Las cosas no volverán a ser como antes, las reglas del juego se aplican para todos los participantes, no importa si es el capitán del barco o el director del grupo, que viaje en primera o segunda clase, muchos encontrarán su verdadera realización y el éxito no se hará esperar, para otros habrá llegado su fin y sus consecuencias. El honor y la dignidad no tienen precio, solo depende de nosotros.

Dr. Rodrigo Contero Peñafiel