“Hagamos reflexionar a los jovenes cuando estos se enamoren”

Siento que la presencia de Dios en mi vida influye para que haga apostolado por este prestigioso medio de comunicación como lo es EXPRESO.

Se acerca diciembre y nos parece que apenas ayer nos dábamos el abrazo de año nuevo. La vida se complica y esto hace que nos despreocupemos de la vida espiritual.

Es el tiempo de la tecnología que no es buena ni es mala, se usa bien o se usa mal, pero sí marca en algo las responsabilidades que deben tener los padres con sus hijos.

Afecta también la comunicación entre ellos y por esta razón sería conveniente que los padres asistan a cursos especiales para cumplir mejor con su tarea de formación.

Los jóvenes de hoy viven en un ambiente que los perturba y por eso se casan sin reflexionar, sin tomar en cuenta el grado de madurez que deben tener presente para hacerlo.

Madurez física: (que se relaciona con la edad). Madurez emocional: (no tienen conciencia como para esperar el tiempo oportuno).

Madurez espiritual: (no saben que Dios da principios para contraer ese acto tan sublime y dicen: si no da resultado podemos separarnos (llevan el divorcio en el bolsillo). Madurez económica: es en la que menos piensan y es la causa de los problemas del hogar desde el principio porque no saben cómo van a solucionarlos.

Hagamos reflexionar a los jóvenes cuando estén enamorados y piensen casarse.

Martha Reclat de Ortiz