“Es derecho de los usuarios elegir el sistema de taxi que desee”

El reclamo de los taxistas llamados formales - organizados en cooperativas, asociaciones y similares, con la venia y la autorización de las entidades rectoras del transporte y la movilización - contra las organizaciones que ofertan su servicio mediante aplicaciones digitales podría parecer fundamentado; pero solo lo es hasta cierto punto.

No se puede olvidar que lo más importante en esta controversia es el pensar y sentir del usuario, que es quien paga y asume el presunto riesgo o beneficio de un servicio personalizado o utiliza el taxi formal.

Son muchos los ciudadanos que se sienten mal servidos, maltratados, inseguros y esquilmados por ciertos taxistas formales que encima laboran mal vestidos, escuchan música estridente o programas específicos o sectarios, no hacen funcionar el aire acondicionado, son groseros y cobran lo que les viene en gana; mientras perciben que el servicio personalizado les ofrece comodidad, respeto, seguridad. Y, comentan que la tarifa es igual o inferior a la que cobra el servicio supuestamente oficial.

Así las cosas, si hay alternativas, es derecho del usuario elegir el sistema de movilización que prefiera. En todo caso, lo que aspiramos es poder movilizarnos con cierto margen de seguridad, comodidad y economía.

Teófilo Villón Barros