“A la crisis judicial se suma la de la economia y la de valores sociales”

En el Ecuador la crisis del Estado es de tal magnitud que se ha perdido la confianza absoluta en la clase política desde hace muchos años. En la actualidad, el Ejecutivo está permeado por la corrupción y ahora el sistema judicial atraviesa, en nuestra modesta opinión, el peor de sus momentos pues cuando en una sociedad no se puede confiar en la justicia, la gente concluye que reclamar ante los jueces es inoficioso porque el sistema, al no funcionar, termina legitimando el accionar delincuencial, lo que traducido a idioma más sencillo implica que los corruptos terminan convertidos en empresas comerciales aceptadas por omisión.

Realmente el problema es del sistema, no de la ley; por lo tanto, si este no se reforma no habrá solución posible y lo que observamos es que no hay en materia de gobernabilidad, quién tenga los pantalones para ponerle el cascabel al gato y además, al estamento político le sirve más la justicia que no funciona, pues de otra manera su accionar corrupto terminaría perjudicándose. A la crisis judicial debemos sumar la de la economía, la de valores sociales y todas las demás, porque los ecuatorianos nos hemos vuelto expertos en temas deficiencias. ¡De no actuar inmediatamente terminaremos corriendo el riesgo de ser un país, inviable!

Eco. Mario Vargas Ochoa