“Ayudemos a los adictos”

Nuestra primera impresión, al ver a un drogadicto, es de desprecio, desagrado y miedo. Son pocas las personas que sienten compasión por ellos y hacen algo por ayudarlos. También existen ese tipo de personas que con sus palabras destruyen y lo peor de todo que son de personas que lo vieron crecer de pequeños que en vez de ayudarlos los hunden más en el vicio. Es difícil, pero si nos proponemos darles nuestro apoyo podremos ayudar a aquellos jóvenes distraídos. Ellos no han abierto sus ojos, se sienten confundidos y desesperados; no saben hacia dónde ir y lo único que buscan es un consuelo. Estiremos los brazos y hagamos hasta lo imposible para verlos por el camino correcto.

Samuel A. Zumba Muñoz