“El atardecer en Engabao no tendra quien lo admire”

Hace unos días falleció el artista guayaquileño Hugo Faharid Lara López. Quienes lo conocimos podemos decir palabras muy significativas de él... pero este papel no tendría fin si las mencionara. No hubo publicaciones de su muerte, solo en redes sociales sus familiares y amigos rendimos el homenaje que merecía. Su técnica se perfeccionó a lo largo de los años. Era la década de los 60/70 cuando un joven comenzó a ser conocido en el ámbito cultural en Las Peñas. Sus cuadros siempre estaban en aquellas exposiciones. Viajó y expuso sus cuadros en muchos países y vivió en ellos perfeccionando su estilo hasta que en 1996 empezó una nueva creación con el Círculo de la Vida, en donde quería expresar su punto de vista de la realidad y la crítica de la sociedad decadente. Fue su inspiración; decía que todos formamos parte de ese entorno con desafíos diarios y que somos actores de la vida con un protagonismo constante. Fue galardonado por entidades locales, nacionales y extranjeras a lo largo de su trayectoria profesional. El óleo sobre el lienzo ya no tiene quien le dé vida, quien plasme colores y exprese sus sentimientos, los arlequines esperpénticos se entristecieron más, su alegría de moverse en esas cuerdas y saltar de un lado a otro tratando de llegar a la cima ya no se verá, su vida se quedó paralizada porque su creador ya no está junto a ellos. El atardecer de Engabao ya no tendrá quien aprecie sus colores; las aves, los peces no verán su lancha navegando en el mar...

Dra. Shirley Jiménez López