
“El agua entraba a la iglesia en plena misa”
Fieles de la iglesia San Juan Bosco se unen para recaudar fondos para cambiar el tejado del templo. Alegan que está deteriorado.
Edilberto Torres, párroco de la iglesia San Juan Bosco, todavía recuerda las tristes escenas de los estragos que causaron las últimas lluvias, en este templo ubicado en las calles Carchi y Clemente Ballén, en el centro de Guayaquil.
“Durante esa época el agua entraba en la iglesia en plena misa”, se lamenta mientras señala las partes del tejado donde ha detallado las fisuras que presentan en las planchas de zinc (algunas oxidadas).
Ante esta situación, Torres, de origen colombiano, junto a los feligreses de esta parroquia, decidieron organizar diversas actividades con el fin de buscar fondos para poder solucionar este problema.
Donaciones, venta de platos típicos, bingos y rifas, son parte de las acciones desarrolladas por esta comunidad. La meta que anhelan alcanzar es de $ 12.000.
El sacerdote resalta que estas actividades han dado resultados positivos y que hasta el momento se ha alcanzado el 50 %. Sin embargo, comenta que una de las campañas que más ha gustado a los fieles es un festival de bandeja paisa.
El evento se realizó el pasado 21 de agosto y adelantó que se efectuará uno similar durante la segunda semana de noviembre.
“Aprovechamos para vender los almuerzos los domingos, luego de que finaliza la misa porque es el día cuando más asisten las personas y también los padres de los chicos que están en la catequesis”, agrega.
Entre los futuros eventos que alista la comunidad de la parroquia, fundada en 1960, es una rifa de un anillo y aretes (donados por una congregante), y un bingo que lo ha organizado el consejo de la iglesia, este último se realizará el 16 de octubre.
No obstante, Torres se muestra entusiasta, pues comenta que esta no es la primera ocasión que la colectividad e iglesia realizan una campaña de recaudación que beneficie al templo.
Relata que hace unos meses, diversos sectores de la parroquia lucían a oscuras. Por ello, destacó que, con los fondos recaudados, se adquirieron nuevas lámparas y otros elementos.
“Es una parroquia muy unida y estoy seguro que así como recaudamos para la iluminación en esta ocasión lo haremos para poder cambiar el tejado”, añade.
Lorena Muñoz coincide con el padre y manifiesta que esta situación debería ser atendida lo más pronto posible para evitar futuros inconvenientes. “Después pasará lo mismo que en el invierno pasado. El techo se puede venir abajo”, sostiene.