La película más mencionada en medios, redes sociales y cines del mundo es La La Land. La atención que ha recibido esta cinta pocas veces se ve en el mundo del arte y la prensa especializada. Y no es para menos, ya que tiene 94 nominaciones y 88 galardones recibidos en los más prestigiosos festivales y premiaciones a nivel internacional, incluyendo 14 nominaciones a los premios Óscar, que se llevarán a cabo el próximo 26 de febrero. ¿Pero qué la hace tan aclamada? En voz de Ryan Gosling se debe al trabajo en conjunto y su estética clásica. “Hay varios motivos. En primer lugar por el director, Damien (Chazelle), que sabe por qué se enamoró del cine y transmite ese amor al público. Pero quizá la gente también ha podido sentir lo que yo sentí. Creía que la época de los antiguos musicales de Hollywood ya había pasado. Jamás pensé que tendría la oportunidad de hacer uno. Es muy especial para mí y creo que el público siente lo que significa en mi carrera”, contó en una entrevista para Vogue. Pero hay otros elementos importantes que convierten esta cinta en una joya. Su argumento, que podría ser el cliché de toda película romántica, en que el chico conoce a una chica, aunque va más allá. Quizá en lo que falla es que no profundiza del todo en sus personajes, los cuales casi no tienen pasado, pero sí mucho futuro. Aunque en general el largometraje intenta recrear el estilo de los musicales clásicos de 1950, La La Land no es un musical en sí. Está más del lado del romance, pero su banda sonora es potente, original y soñadora. Por algo compite consigo misma con dos canciones, ‘Audition’ y ‘City of stars’ en la categoría de Mejor tema original en los próximos Óscar. La trama, más real aunque edulcorada por los tonos pasteles y perfecta fotografía, intenta plasmar los sueños de Mía y Sebastián, que en cualquier otra parte del mundo puede ser Pedro o María. La idea es universalizar el hecho de que nada está comprado. Su director dijo que para él fue “importante hacer una película sobre soñadores, sobre dos personas que tienen unos sueños gigantes que los motivan, que los unen, pero que también los separan”. La estética es atemporal pero mantiene vivo ese toque de nostalgia. El productor Marc Platt, un veterano de los musicales en teatro y cine, se da cuenta de que el enfoque es algo nuevo. “Damien revitalizó el género al hacer uso de elementos clásicos, pero utilizándolos de una forma que habla de la vida de Los Ángeles contemporáneo. Él exporta los cimientos de las grandes películas viejas hacia algo para una nueva generación”, refirió.