Keep calm II

Hace un par de años leí un corto libro que me atrapó: El poder del ahora, del alemán-canadiense Eckhart Tolle, quien desarrolla una buena propuesta aplicable al proceso de obtener calma en un entorno tan agresivo como el que vivimos este mes en nuestro país.

Tolle da pasos elementales para cultivar la buena práctica de vivir a plenitud. Dice: si tú tomas consciencia de que el momento presente depende de tu actitud, de cómo tú reaccionas ante los acontecimientos, tú te sientes en casa donde quiera que estés y si no lo haces, será lo contrario: estarás incómodo, siempre arrastrando problemas del pasado y asimilando entornos agresivos, lo cual bloquea la creatividad innata para solucionar problemas del presente.

Otra interesante lección es que las cosas y condiciones externas te pueden dar placer, pero nunca felicidad ni alegría; la alegría solo surge desde tu interior. La causa de infelicidad está en tu reacción sobre una situación.

Por último y muy oportuno en Adviento, impulsa no tanto a preguntarse qué quiero yo de la vida, sino a cuestionarse ¿qué quiere de mí la vida?, ¿cuál es mi propósito? Con seguridad, encontrar esa respuesta hará nuestro entorno familiar, empresarial y comunitario más amable en estas fiestas.

Estas claves de vida parecería que no han estado al alcance de quienes nos han gobernado en estos últimos tiempos; más bien son seres humanos infelices, prepotentes, amargados, que han arrastrado problemas irresueltos desde la infancia, complejos, dogmas ideológicos, paradigmas divisionistas, autoconvencidos de ser dueños absolutos de la verdad, ante los cuales discrepar te convierte en el enemigo a destruir. ¡Por Dios! ¡Qué afán en querer hacer infelices a todos los ciudadanos! Si tomamos consciencia de las claves recién descritas y las aplicamos a lo que hoy creemos que es angustioso, encontraremos esa paz que nuestra familia y amigos están anhelando. Mantengamos la calma, ¡es diciembre! Se nos ofrece el espíritu navideño para poner en orden nuestras vidas. Dejemos de preocuparnos de todo aquello sobre lo cual no tenemos control.