Marcha. Los representantes parroquiales se movilizaron a la Asamblea.

Las juntas rurales quieren ser partido

Las juntas parroquiales buscan protagonismo político. Ahora van tras el reconocimiento como partido político y promueven, al menos, dos reformas legales para limitar el trabajo de las prefecturas.

Bolívar Armijos, presidente del Consejo de Gobiernos Parroquiales Rurales, es el promotor. Aunque sus propuestas también tienen detractores.

¿Por qué un partido? “Queremos tener nuestros asambleístas”, dijo Armijos. Las autoridades del Consejo entregaron al Consejo Nacional Electoral (CNE) las primeras 100.000 firmas para constituir el Movimiento Fuerza Rural.

Buscan ser reconocidos como una organización de carácter nacional y dicen que apoyan al oficialismo. “Apoyaremos al candidato que ponga PAIS” a la presidencia, explicó.

¿Y las reformas? Van por dos caminos. El primero, las Juntas insisten en un proyecto de enmienda a la Constitución para que la elección de los prefectos se haga solo con el voto rural.

El segundo, quieren una reforma al Código de Organización Territorial para que las prefecturas solo inviertan en el sector rural. Según Armijos, en las zonas urbanas están las alcaldías que tienen rentas propias y asignaciones estatales.

Siete asambleístas de PAIS recibieron estas propuestas, ayer en el Legislativo. Y no olvidaron la polémica con su coideario y prefecto de Pichincha, Gustavo Baroja, quien en su oportunidad calificó como ‘despistados’ a los legisladores que apoyan la posible enmienda.

“No somos despistados, ni mala fe”, dijo la asambleísta María José Carrión. Los prefectos deben reconocer que la razón asiste al sector rural, sentenció. RRG