
Jovenes indigenas en campeonato de futbol
Avanza rápidamente con balón dominado Jéssica Sinchico. Al enfrentar a la arquera contraria Lucila Terán, no encuentra ángulo para su disparo al gol. Intenta pasar la pelota por entre las piernas de la portera rival; el grito de gol queda ahogado en las gargantas de los espectadores, pues la pelota se detiene en el anaco que utiliza como parte de su vestimenta la guardameta rival.
Se trata de un torneo de fútbol 7 (cada equipo está integrado por este número de jugadores). El torneo se desarrolló el pasado sábado en el club Maracaná, ubicado en el barrio El Limonal, en el inicio de la autopista Narcisa de Jesús, pasando la terminal terrestre.
En el campeonato de mujeres, triunfó el equipo San Francisco, luego de golear 4 a 0 al Marmixs juniors. Sus componentes fueron Jéssica Sinchico, la delantera estrella del torneo, Paulina Sinchico mediocampista, Martha Padilla defensa, Lisbett Purga defensa, Cecilia Cáceres, medio centro y Jenny Muenala, arquera, celebraron alegremente y recibieron sus premios.
Lo disfrutan en familia, los mayores al igual que los numerosos asistentes, en su gran mayoría indígenas y un pequeño porcentaje de curiosos del barrio observan desde los graderíos de la cancha sintética. Los niños juegan y corretean por los alrededores o se sientan a servirse algún alimento junto a sus madres.
El certamen fue organizado por Wilson Quinchiguango, comerciante otavaleño, quien luego de viajar por el mundo vendiendo textiles, ahora radicado desde hace 5 años en Guayaquil. Cada seis meses reúne a sus coterráneos de la provincia de Imbabura y otros sectores de la Sierra en un evento deportivo cada vez más concurrido.
Según Quinchiguango, gestor de este quinto campeonato de fútbol, realiza este evento cada seis meses con la finalidad de celebrar con juegos el Inti Raymi que se celebra en febrero de cada año.
En esta ocasión lo realizó en esta fecha con el usual objetivo de mantener viva la tradición indígena y lograr el reencuentro entre los hermanos imbabureños residentes en el Puerto Principal.
Para lograr su objetivo recorrió todos los sectores que concentran negocios y ferias de sus coterráneos para invitarlos a participar, confraternizar y compartir momentos amenos.
“Estoy muy contento porque estuvieron presentes participantes y barras, llegó un buen número de imbabureños residentes en la ciudad, hemos degustado y compartido nuestra gastronomía y música, es como si estuviésemos en la Sierra”, dijo Quinchiguango.
Las integrantes del equipo San Francisco, son comerciantes de ropa otavaleña en el sector de la iglesia San Francisco, en el centro de la urbe. Las jugadoras del equipo que ocupó el segundo lugar, Marmixs, trabajan en el Mercado Artesanal de la calle Loja.
Sandra Males, de Calpaquí, llegó a los 20 años a Guayaquil, se dedica a la venta de artesanías en las escalinatas del barrio Las Peñas, observó en este evento la posibilidad de comunicarse con sus coterráneos, puesto que los días entre semana tienen que trabajar duro, atender sus hogares y el tiempo se les hace corto.
“Estos eventos nos permiten realizar deporte, algo frecuente cuando vivía en mi comunidad, allá jugábamos índor callejero con mis amigas”, comentó Males a EXPRESO. (F)