Jornada laboral de seis horas

H asta hace poco se hablaba del ‘milagro ecuatoriano’ y de las envidiables condiciones en que se encontraba la economía de nuestro país. Pero, tan pronto se desplomaron los precios del barril de petróleo nos encontramos con una situación diametralmente distinta. Se desnudó la verdadera condición en la que nos encontrábamos. Ahora hasta se habla de reducir la jornada laboral de 40 a 30 horas semanales para contribuir al sostenimiento de las empresas que están pasando por una situación difícil y evitar, de esa manera, que los trabajadores pierdan sus empleos. Ojalá, salgamos de esta crisis cuanto antes porque no sabemos hasta cuándo aguantarán nuestros bolsillos.